Con el capítulo XX de Cien años de soledad, el autor cierra la historia de la estirpe Buendía y de Macondo. Presento una versión resumida. Seguro que gozarán con la genialidad de Gabriel García Márquez.
Aureliano se queda sin amigos en Macondo
“Después que Pilar Ternera muere en su mecedor y es enterrada sentada y sin ataúd. El sabio catalán remató su librería y regresó a donde había nacido. De los cuatro amigos de Aureliano, Álvaro fue el primero en abandonar a Macondo, vendió todo, y compró un pasaje eterno en un tren que nunca acababa de viajar. Luego se fueron Alfonso y Germán con la idea de regresar el lunes, y nunca se volvió a saber de ellos. Un año después, el único que quedaba en Macondo era Gabriel, que se fue a París con dos mudas de ropa.”
Comentario
- En la librería del sabio catalán, Aureliano conoce a cuatro amigos: Álvaro, Alfonso, Gabriel y Germán. Amantes del licor, la literatura y de visitar burdeles.
Amaranta Úrsula, esposa de Gastón, se enamora de Aureliano
“En aquel Macondo olvidado hasta por los pájaros, Aureliano y Amaranta Úrsula eran los únicos felices sobre la tierra. Desde la tarde del primer amor, sucumbieron en el delirio de los amores atrasados. Era una pasión insensata, desquiciante, que hacía temblar de pavor en su tumba a los huesos de Fernanda. En poco tiempo hicieron más estragos que las hormigas coloradas: destrozaron los muebles de la sala, rasgaron con sus locuras la hamaca, y destriparon los colchones. Una noche se embadurnaron de pies a cabeza con melocotones en almíbar, se lamieron como perros y se amaron como locos en el piso del corredor, y fueron despertados por un torrente de hormigas carniceras que se disponían a devorarlos vivos.”
Comentarios
- Aureliano (Babilonia), pertenece a la sexta generación de los Buendía, es hijo de Mauricio Babilonia (el de las mariposas amarillas) y Renata Remedios, Meme, hija Fernanda del Carpio (madre autoritaria) que la interna en un convento para separarla de Mauricio. Allí nace Aureliano, que Fernanda lleva a Macondo inventando que lo encontró flotando en una canastilla. Aureliano, el sabio de la estirpe Buendía, creció sin conocer quienes fueron sus padres, dedicado íntegramente a la lectura y tratando de descifrar los escritos de Melquíades.
- Amaranta Úrsula, es la hija menor de Fernanda del Carpio y Aureliano Segundo que regresa de Europa casada con Gastón, y se enamora de Aureliano sin saber que es su sobrino.
Tormento de Aureliano y Amaranta Úrsula
“Cuando murió Pilar Ternera (Aureliano y Amarante Úrsula) estaban esperando un hijo. Atormentados por la certidumbre de que Aureliano era hermano de su mujer. Extraviado en laberintos de sangre, trémulo de incertidumbre, aceptaron la versión de la canastilla, no porque la creyeran, sino porque los ponía a salvo de sus temores. Conscientes de aquella amenaza, Aureliano y Amaranta Úrsula pasaron los últimos meses tomados de la mano, con amores de lealtad al hijo empezado con desafueros de fornicación.”
Nace el último Aureliano, con cola de cerdo
“Un domingo, a las seis de la tarde, Amaranta Úrsula sintió los apremios del parto. La comadrona se le acaballó en el vientre, y la maltrató con galopes cerriles hasta que sus gritos fueron acallados por los berridos de un varón formidable. Amaranta Úrsula vio que era un Buendía, macizo y voluntarioso como los José Arcadios, con los ojos abiertos y clarividentes de los Aurelianos. Solo que cuando lo voltearon boca abajo se dieron cuenta de que tenía una cola de cerdo. No tuvieron ocasión de volver a pensar en eso, porque Amaranta Úrsula se desangraba en un manantial incontenible. En la tarde supieron que estaba muerta. Aureliano puso al niño en la canastilla, y vagó sin rumbo por el pueblo desierto. En el último salón abierto, el cantinero, invitó a Aureliano a tomarse una botella de aguardiente, y Aureliano lo invitó otra. Al quedar solo en la última madrugada de Macondo, abrió de brazos en la mitad de la plaza, y gritó con toda su alma: ¡Los amigos son unos hijos de puta! Nigromanta (prostituta que le inició en el sexo), lo llevó a su cuarto. Al amanecer Abrió los ojos y se acordó del niño.”
Aureliano con cola de cerdo, es devorado por las hormigas
“Al llegar había encontrado abierta la puerta del dormitorio y vio al niño. Era un pellejo hinchado y reseco, que todas las hormigas del mundo iban arrastrando hacia sus madrigueras. En aquel instante se le revelaron las claves definitivas de Melquíades: El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas. Impaciente por conocer su propio origen, encontró el instante de su propia concepción entre los alacranes y las mariposas amarillas de un baño crepuscular. Entonces descubrió que Amaranta Úrsula no era su hermana, sino su tía. Cuando saltó once páginas, empezó a descifrar el instante que estaba viviendo. Entonces dio otro salto para averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.”
Comentario final
Después de haber leído por cuarta vez Cien años de soledad, solo puedo decir, que los recuerdos más nítidos son de la infancia, los dulces desengaños de la adolescencia, los espejismos enceguecedores de la adultez y que no tenemos una segunda oportunidad sobre la tierra.
Bibliografía:
García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad. Edición Conmemorativa. Grupo Editorial Norma. 2007.