Debe al estado 57 millones de soles
El Departamento de Recursos Humanos del Congreso emitió un documento en el que indica que “resultaría procedente” que Alberto Fujimori pueda acceder al pago de la pensión vitalicia que otorga el Estado peruano a los exmandatarios.
A través de una carta el Departamento de Recursos Humanos del Congreso le envió la conclusión a la que llegó el área legal del Poder Legislativo sobre su pedido para recibir una pensión por haber sido expresidente. El tema debe pasar ahora a Mesa Directiva para que se decida si se le entrega o no la pensión.
El abogado de Fujimori, Elio Riera, indicó que, no es necesario que la Mesa Directiva del Congreso decida sobre el pago de la pensión vitalicia de su defendido.
“Esto cumple un rol del personal de logística y recursos humanos del Congreso. Un área administrativa e independiente de los congresistas. Por eso es que no merece ningún tipo de votación”, explicó.
Como se recuerda en mayo pasado, el expresidente solicitó al Congreso la asignación de una pensión de 15 mil 600 soles mensuales y otros beneficios en su calidad de exmandatario de la República. El pedido se realizó a través del envío de tres oficios entre los meses de enero y abril del presente año.
Como se sabe la Ley N° 26519 establece que los exmandatarios del país reciban una pensión equivalente al total de los ingresos de un congresista en actividad, es decir, 15 600 soles mensuales.
Las sobras de Fujimori que gratifica este Congreso
En el último informe de Transparencia Internacional sobre la corrupción, Fujimori aparece junto a mandatarios como Mohamed Suharto (Indonesia), Ferdinand Marcos (Filipinas), y Mobutu Sese Seko (Zaire), en cuyos regímenes primó la corrupción y el latrocinio. No debemos olvidar que el gobierno fujimorista significó “un gran robo para el país” cuyo régimen “restringió los derechos democráticos, controló los medios de comunicación y el aparato de Estado en perjuicio de los intereses del Perú”, indica el informe
Fujimori ha sido el líder de siete agrupaciones políticas distintas: el movimiento Cambio 90, el movimiento Nueva Mayoría, el movimiento Vamos Vecino, la alianza Perú 2000, el partido Sí Cumple, el partido Perú Patria Segura y la Alianza por el Futuro.
Fujimori es probablemente la figura política más controversial de las últimas décadas. El exmandatario es amado y odiado. Crímenes de lesa humanidad, autoritarismo o corrupción son algunos de los escándalos que marcaron su gobierno entre el año 1990 y el 2000.
Punto fuerte lucha contra el terrorismo.
Fujimori endureció el combate contra Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru con el objetivo de terminar con su influencia. El operativo tras el secuestro de la embajada de Japón por este último grupo en 1997, en el que murieron los 14 terroristas, es un ejemplo de su actuar para con las guerrillas. Pero, Fujimori financió y armó a grupos paramilitares que operaban como escuadrones de la muerte contra todo civil sobre el que hubiera una sospecha de colaboración con la guerrilla de las FARC en Colombia.
Masacres y autoritarismo, actos de violencia indiscriminados.

El 3 de noviembre de 1991 se produjo la masacre de Barrios Altos, en la que fueron asesinadas 15 personas que estaban en una reunión vecinal y en julio de 1992 nueve alumnos y un profesor universitario fueron asesinados en La Cantuta por tener supuestos nexos con Sendero Luminoso. Las sospechas por crímenes de lesa humanidad contra Fujimori comenzaron a rondar durante estos años, pero el mandatario se escudó en la tolerancia cero con los terroristas.
Fujimori con tendencia al autoritarismo. Algo que se confirmó en 1992. El 5 de abril el mandatario se dio un autogolpe de Estado en el que, con ayuda del Ejército, se tomó el Congreso y las sedes judiciales. Fujimori no controlaba el congreso y sus leyes eran constantemente bloqueadas, algo que sirvió como pretexto para esta intervención aprovechando el descrédito que sufría la política tradicional entre la sociedad. Tras el “fujimorazo” su poder aumentó y fue reelegido en 1995.
Reelección y denuncias por esterilizaciones forzadas: Una medida polémica que lo fue más cuando se empezaron a denunciar esterilizaciones forzadas en condiciones infrahumanas a mujeres indígenas y pobres de áreas especialmente rurales, se estima que durante su Gobierno se esterilizaron alrededor de unas 350.000 mujeres y 25.000 hombres.
Caída y detención
Sin embargo, ninguna de las polémicas consiguió tumbar a Fujimori, hasta que salieron a la luz videos en los que se veía a gente del círculo íntimo de Fujimori sobornar a políticos y empresarios. La privatización de empresas de años anteriores fue de la mano junto con un clientelismo y corrupción que enriqueció a Fujimori y su entorno durante una década. Y esto sí terminó con su Gobierno. El 19 de noviembre emitió un fax de renuncia desde Tokio y se refugió en Japón para no ser perseguido por las autoridades.
Su exilio en Japón levantó polémica, en 2005 fue detenido en Santiago de Chile durante un viaje tras una orden de arresto internacional. Este fue el inicio de su periplo carcelario. En septiembre de 2007 fue extraditado a Perú y comenzaron varios juicios e investigaciones. Fujimori tuvo condenas por allanamiento de morada, corrupción y robo de fondos públicos. Aunque el más importante de todos fue por crímenes de lesa humanidad.
Fujimori entró en prisión con la perspectiva probable de pasar el resto de su vida ahí. Pero no fue así. Desde el inicio de su condena, el sector político fujimorista, encabezado por su hija Keiko, pidió su indulto humanitario por su progresivo deterioro físico y su avanzada edad. Peticiones que fueron desoídas hasta que en 2017 el expresidente Pedro Pablo Kuczynski decidió ponerlo en libertad. Una medida polémica que tumbó la justicia, devolviéndole a prisión en 2019, este 2024 obtuvo el esperado indulto y ahora el Congreso le otorga pensión vitalicia. Fujimori tiene casos pendientes en su contra. Una situación que puede contribuir a la ya volátil crisis política que sufre Perú desde hace años.