El turismo gastronómico ha ganado protagonismo en los últimos años, después de la pandemia, en la ciudad de Lamas. De 4 restaurantes emblemáticos, pasó a más de 20 establecimientos gastronómicos. Que han surgido con nuevas formas, modalidades y lugares de consumo, creando experiencias al visitante, en las que el compromiso sensorial es un elemento clave.
El turismo gastronómico hoy en día, ha permitido a los viajeros, sumergirse activamente en la cultura culinaria local, pasando a formar parte de la vida y las tradiciones de la comunidad lamista. Esta combinación, que pone en relieve las características específicas de cada establecimiento gastronómico, trasciende los distintos segmentos turísticos y evoluciona a través de continuos intercambios, enriqueciéndose con nuevas facetas y recetas en nuestra ciudad.
La gastronomía en Lamas, es uno de los principales motores de la imagen y la identidad de la región San Martín. Si promovemos de manera articulada, dinámica y, si se expresa adecuadamente, puede mejorar nuestra promoción; generando un valor económico, social y cultural duradero. Esta modalidad de turismo, se presenta como una estrategia de gestión turística, elaborando experiencias memorables para los visitantes.
Te presentamos algunas ideas para desarrollar esta forma de turismo, que se puede desarrollar en nuestra ciudad, como: Identificar los recursos gastronómicos auténticos del destino; diseñar rutas que integren diversos atractivos culinarios; involucrar a los actores locales como restaurantes, productores y comunidades; desarrollar una marca y promoción efectiva de la ruta; crear canales de promoción en web y redes sociales, establecer alianzas con intermediarios turísticos; fortalecer las fiestas tradicionales de la ciudad; elevar la calidad de los servicios de restaurantes, bares y productores gastronómicos es fundamental para satisfacer a los turistas y posicionar al destino.
Capacitar al personal en atención al cliente y buenas prácticas; mejorar la infraestructura y equipamiento de los establecimientos; implementar sistemas de gestión de calidad y certificaciones; desarrollo de productos gastronómicos innovadores; crear nuevos productos gastronómicos que combinen tradición e innovación es clave para diferenciarse y atraer visitantes. Algunas ideas; desarrollar menús y platos con ingredientes locales y ancestrales; ofrecer experiencias culinarias únicas como talleres, rutas o festivales; incorporar tendencias como gastronomía sostenible, vegana o de autor. Las experiencias culinarias que evocan emociones son fundamentales; incluir: Talleres de cocina: Ofrecer clases donde los turistas aprendan a preparar platos locales, lo que les permite conectar con la cultura y la tradición del lugar; degustación de productos locales; organizar eventos donde los visitantes puedan degustar chocolates, majambo o platos típicos indígenas, creando un vínculo emocional con los sabores de la región.
Narración de historias: contar historias detrás de los platos y productos locales puede generar una conexión emocional. Esto incluye: Origen de los ingredientes; compartir la historia de los agricultores y productores locales, destacando su pasión y dedicación. Tradiciones culinarias: Relatar anécdotas sobre cómo se han transmitido las recetas a lo largo de generaciones, lo que enriquece la experiencia del turista.
El turismo gastronómico requiere planificación, promoción, mejora de calidad e innovación. Combinando estos elementos, un destino puede posicionarse exitosamente en esta creciente y competitiva modalidad de turismo.
TOMÁS COTRINA TRIGOZO
DOCENTE UNIVERSITARIO
GESTOR CULTURAL
MIEMBRO DE RECINATUR