La inseguridad ciudadana tiene cómplices. Son justamente los encargados de pelear contra ella, de establecer estrategias y de sancionar.
Me refieron por ejemplo a jefes policiales, del serenazgo, al alcalde de la provincia, a jueces y fiscales.
Para nadie es un secreto que ellos han perdido la brújula de lo que debería hacerse. Nos hablaron tanto de una inteligencia operativa quie empiece a funcionar, pero hasta el momento nada.
Señor Grúndel, le contamos que usted no está de vacaciones hasta el 1 de enero del año que viene. Usted continúa en el cargo y es importante, sumamente necesario que imponga los lineamientos de una seguridad ciudadana que sirva realmente para los fines dispuestos.
Sorprende conocer de tantos asaltos, crímenes sin respuesta y criminales libres. ¿Hasta cuándo va a continuar esto? Solo queda rezar por no convertirnos en un Trujillo o Chiclayo.