Lenin Quevedo Bardález
Qué tierno se le ve a Julio Guzmán en la entrevista en la que responde las preguntas de Milagros Leiva en ATV, cuando dice ser mantenido:
“Así es, soy un mantenido. Y la verdad es que me siento recontra bien siendo un mantenido, teniendo una esposa que es absolutamente competente, que es una persona sumamente capacitada, una profesional de éxito y lo único que me da es orgullo. El hecho de no trabajar y ser mantenido por ella, qué bueno, es una bendición. Eso me permite a mí trabajar y dedicarme justamentea un proyecto muchísimo más grande.”
O sea, estamos saliendo del mantenidazo e inestable emocional de Ollanta Humala y vamos a entrar al gobierno de un tipo al que, se rescata de sus palabras, no le gusta trabajar, sino ser un mantenido. NO soy machista, pero de presidente quiero a alguien chambero, pues de políticos ociosos ya tenemos muchísimos, como los dinosaurios Alan García y Keiko Fujimori, que son mantenidos de la teta del partido.
Don César Vilñanueva parece que no aguanta más la avalancha de denuncias contra el inefable César Acuña y de qué se habrá enterado que quiere safar cuerpo. “Lo que sucede (es) que nosotros hemos visto el programa, más el aspecto programático; el tema personal o de comportamiento personal no fue parte de la discusión”, dice don César como si no recordáramos que el famoso “plata como cancha”, fue señalado mucho antes de las elecciones. Que las denuncias por reparto de dinero ya eran antiguas. Don César tenía los medios que necesitaba para informarse quién es César Acuña, pero evitó saberlo. ¿No conversó con él para saber que no era posible que sea presidente? ¿No es algo que salta