Por: Raúl Herrera Soria
La gastronomía tiene un lugar importante en las celebraciones de las principales efemérides de la selva y las fiestas más caracterizadas son las de San Juan. Y en junio lo típico en nuestros pueblos es la presentación del potaje del cual la población se alimenta en estas fechas y es el producto de intercambio entre las familias. El juane es el emblema que se utiliza para estas actividades y es el plato que se prepara para servirse frío, en plenas festividades.
El juane, tal como lo describe desde sus investigaciones el periodista e historiador Santiago Gonzales Coronado, nació en Moyobamba ubicando a los conquistadores y los jesuitas como los iniciadores de su preparación y uso en medio de sus afanes de llegar a conquistar El Dorado, empleando inicialmente este potaje como un fiambre, y ciertamente muy diferente a la presentación actual.
La celebración de las fiestas patronales de la selva es un conjunto de actividades que se ha extendido a lo largo de la historia para rendir el homenaje al Santo Patrono: San Juan Bautista. Su historia ha ido legando entre los habitantes de los pueblos de la selva peruana las costumbres que formaron las tradiciones y estas han ido cambiando con el tiempo, siendo en la actualidad una mezcla de motivaciones entre culturales, religiosas, artísticas y sociales de las que prevalecen las costumbres gastronómicas.
La historia recuerda de muchas maneras el nacimiento de estas fiestas patronales. Su origen en el Perú, se esconde en los tiempos de la colonización española, en los pueblos ubicados en la actual región San Martín y que paulatinamente se fue extendiendo hacia estos lares.
La fiesta de San Juan es una conmemoración de origen europeo y muy antigua. Hay que mencionar algunas referencias como esta que lo recuerda el cantante español de las trovas Joan Manuel Serrat en una de sus composiciones a la que llamó “Fiesta”, es una de sus clásicas canciones donde describe una noche de diversión que va entre el 23 y 24 de junio, aunque sin señalarlo. Los españoles lo ubican precisamente en esa fecha en la que encienden hogueras o fuego, a lo que nosotros aquí llamamos shuntos. Ellos celebran así, de esa manera, la llegada del solsticio de verano en el hemisferio Norte, donde el sol tiene muchas más horas cada día, y al fuego encendido sobre el que saltan consideran que purifica a las personas.
Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, En Portugal se llama Fogueiras de São João o fogatas de San Juan, Noruega lo celebra como San Juan o Jonsok, Dinamarca lo reconoce como San Juan o Sankthans, en Suecia lo llaman pequeño verano o Midsommar, Finlandia lo celebra como Juan o Juhannus y en Reino Unido se le conoce como pequeño verano o Midsummer. En Sudamérica, Brasil tiene las “festas juninas” que tienen mucha similitud con nuestros festejos; en Paraguay, Bolivia, Chile y Venezuela también viven la noche de San Juan.
Cómo es que se origina esta fiesta en Iquitos. Aquí los cocama cocamilla llegados de las lejanías de la selva de Jeberos caminaron muchos kilómetros y se instalaron en la que hoy es la zona de la comunidad campesina de San Juan, trayendo consigo la imagen del apóstol que bautizó a Cristo, para venerarlo, y en su honor poner el nombre al nuevo pueblo que fundaron.
La historia es base de una serie de actividades que la construyeron. Adoraciones clásicas, de las que quedan muy pocas muestras en la iglesia de la actual villa San Juan, procesiones y reverencias en varios lugares y devoción para lo cual emplean instrumentos musicales típicos de la región. Asimismo, existen otras expresiones del jolgorio popular como los bailes populares, los pregones entre la población que en los amaneceres salen a recorrer las calles de los pueblos anunciando los festejos, cortes de humishas, salto al shunto, concursos y la promoción al turismo que son agregados recientes de estas fiestas en Iquitos.
Claro que los festejos en homenaje a Juan El Bautista, el apóstol de Cristo, se extienden en toda el área selvática, pero lo que en Iquitos se hace es de una forma no tan diferente, pero eso sí, con expresiones que la modernidad obliga como son las fiestas con sonido y música modernos donde prevalecen los instrumentos electrónicos y los ritmos tropicales de moda en el momento. San Juan es una fiesta que le abre las posibilidades a los amazónicos de descubrir sus puertas para recibir con juanes, chicha, tradiciones, costumbres y diversión a los turistas durante una semana entregada a fortalecer hábitos ancestrales y ofrecer su hospitalidad.