a través del cristal
Willian Gallegos Arévalo
columnista
En las postrimerías del siglo pasado, todo el mundo marchaba disqué hacia la excelencia. La universidad tal, va camino a la excelencia; la institución equis también iba por ese mismo camino, cuando muchas instituciones educativas superiores y públicas, especialmente, terminaron siendo capturadas por mafias bien organizadas y manipulan todos sus procesos para que “el de la mancha” sea el nuevo capo mafioso.
En esto de las universidades privadas, por ejemplo, existe una institución limeña en donde el rector gana ¡más de un millón de soles al año!; cuando el rector de otra conocida universidad pertenece a otra mafia que ha sido fortalecida por el poder político y donde los miembros de la cúpula política fungen de profesores, algunos de ellos conocidos analfabetos, y la militancia aplaude a rabiar.
Como ya nos hemos ido por este camino, precisamente el tema de la educación fue el tema central de la última campaña electoral chilena que, en el fondo, es un tema de cómo debemos entender el desarrollo: si como quiere el perverso Fritz, que ahora funge de periodista, todo debe privatizarse porque, dice, solamente la empresa privada puede garantizar la prestación de servicios de manera eficiente, cuando la realidad ha demostrado que no es cierto. Pues, si todos los servicios van a privatizarse, significará que ya nada va a pertenecer al Estado que habrá abdicado de su responsabilidad para con los ciudadanos. Pero hay “expertos” –Fritz es uno de ellos– que venden el sistema del neoliberalismo como si fuera un catecismo. ¿Acaso el Estado no termina haciendo más ricos a los ya ricos? Les regalan tierras, por ejemplo, y al final terminan apropiándose de todo y terminan también destruyendo paisajes y todo.
Y precisamente en Europa hay una corriente masiva por la crisis económica: un problema que lo han creado los políticos y sus gobiernos corruptos, asociados con el poder de los banqueros. Como sabemos, en la gran crisis de los Estados Unidos, de hace unos años, el gobierno terminó realizando el rescate bancario por lo que desembolsó casi ochocientos mil millones de dólares y donde los grandes ejecutivos terminaron siendo indemnizados con cientos de millones de dólares ¡cada uno! Acá en el Perú, el perverso Fritz fue el factor decisivo para el salvataje de bancos privados, cuando el ahora “periodista” era un alto funcionario del fujimorato. ¿No es acaso el mismo Fritz quien pontifica que lo privado es garantía de eficiencia? Fritz hizo campaña para que las tierras de las irrigaciones de la costa, construidas con la plata del pueblo, pasen a manos privadas. Quiere que se privatice el agua, el servicio de salud. Cuando ya las pensiones están en manos privadas y los pensionistas de ahora apenas cobran menos de cuatrocientos soles…Pero somos un país modelo, dice también el Gran Caco.
Los “economistas” como Fritz son enemigos públicos de los ciudadanos. Jamás querrán discutir la dicotomía entre el crecimiento y el desarrollo. Dizque estamos bien económicamente, pero la educación no tiene un norte; los hospitales carecen casi de todo, pero dicen que estamos en el país de las maravillas y que no para de “crecer”. Casi saliendo de tema, la Municipalidad de San Martín cierra el jirón Lima algunos domingos para las bicicleteadas. ¿Pero ha pensado en establecer espacios públicos, cuando Tarapoto ya no tiene zonas donde establecerlo? Los candidatos a alcalde ¿dirán algo al respecto? Los locales públicos parecen una caja de fósforos y donde la gente se apiña para ser atendido. Pero tenemos plata, dicen.