Un informe elaborado por la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, de Colombia, y El Poder del Consumidor, de México, analiza la interferencia de la industria para impedir la aplicación del etiquetado frontal de advertencia en Chile, Perú, Uruguay y México. Explica cómo las empresas productoras de alimentos y bebidas ultraprocesadas tienen acceso privilegiado a funcionarios públicos para modificar normas que los perjudican.
La presión alta, los niveles de azúcar elevados, sobrepeso y obesidad, son la causa del 44% de las muertes en América Latina. Estas afecciones son provocadas por la alimentación poco saludable en la región: en promedio cada latinoamericano consumió 129,7 kilos de productos ultraprocesados en 2013. Pero las políticas para impulsar la alimentación saludable en la región tienen un poderoso actor al frente: la industria de alimentos industrializados.
Un estudio de dos importantes organizaciones en el tema de alimentación saludable en América Latina, la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), de Colombia, y El Poder del Consumidor (EPC) de México señala que esta industria que debería ser regulada participa en su propia regulación. El reporte analiza la interferencia de la industria para impedir la aplicación del etiquetado frontal de advertencia en Chile, Perú, Uruguay y México.
El informe encuentra en los cuatro países estrategias similares: conspiración en el Congreso y negociación con legisladores, financiación de campañas electorales, pago de expertos con conflicto de intereses, influencia en medios de comunicación, difusión de argumentos falaces que generan miedo económico, cooptación de líderes sociales y voceros, lavado de marca mediante acciones de responsabilidad social empresarial, demandas judiciales a las normas e intimidaciones a organizaciones de derechos humanos promotoras del etiquetado.
La ONU ha señalado que en todos los países se necesitan medidas regulatorias para los productos poco saludables, sea por medio de normas en políticas fiscales, sobre el etiquetado, la promoción o la publicidad.
La Organización Panamericana de la Salud hizo público un estudio en el que muestra la eficacia del uso de los octógonos negros para que los consumidores opten por productos más saludables, pues “permiten al consumidor identificar de manera correcta, rápida y fácil de los productos que contienen cantidades excesivas de insumos críticos”. Fuente: ojopúblico