La sangre podría llegar al río, reza un viejo adagio que muy bien se aplica en este informe, y que las familias beneficiarias, entre comillas, del “Programa Fondo Mi Vivienda” de la Asociación de Vivienda Nuevo Horizonte, han lanzado serias amenazas a quienes representan la empresa inversiones “Acuario SAC” por el incumplimiento de los contratos firmados.
Los afectados acusan estafa pues les dieron casas que no estaban estipulados dentro de los planos, además por incumplirles el testimonio, que decía se les entregaría casas construidas y con habitabilidad, listas para ser ocupadas, pero todo esto fue una gran mentira.
Efectivamente las pequeñas casas están en estas condiciones, sin ventanas culminadas, sin pisos sin puertas interiores sin veredas, a pesar de que quienes pertenecen a esta asociación o ya cumplieron con pagar el costo total de las viviendas o vienen cancelando por más de dos años, por una casa que solo existió en planos.
Esta queja es solo un ejemplo de las más de 820 que se han hecho llegar a los representantes de la “Empresa Inversiones Acuario SAC”, responsable de la construcción de viviendas, ubicadas en la referida Asociación de la localidad de Bello Horizonte, de quienes acusan que hoy han desaparecido como por arte de magia, están ausentes ante el llamado clamoroso de esas familias que increíblemente viven peor que familias invasoras de los asentamientos humanos, sin los servicios básicos y en pésimas condiciones, a pesar de haber pagado y vienen pagando sumas fuertes de dinero.
Todas las quejas fueron dadas a conocer a la congresista Esther Saavedra, al alcalde de La Banda de Shilcayo, y a representantes de la empresa constructora, estos últimos casi nada dijeron ante la lluvia de quejas. Solo se limitaron a escuchar esas acusaciones.
A todo esto los verdaderos responsables de esta tremenda estafa, es decir los funcionarios de la “Empresa Inversiones Acuario SAC”, siguen brillando por su ausencia, de ellos no se sabe absolutamente nada.
El caso tal vez más escandaloso que pudimos encontrar fue el de una mujer, quien reafirmó que fue estafada por la “Empresa Inversiones Acuario SAC”, pues ella pago por una casa que nunca se construyó. Solo se le dio un terreno con matorrales. (César Gonzaga)