La gente no espera nada positivo en el mensaje del presidente este 28 de julio. No espera nada beneficioso, porque no está gobernando un presidente que siente las expectativas de millones de peruanos, que viene perdiendo toda la confianza en todos los políticos. Digo todos, porque de acuerdo al contexto que vamos viviendo estos últimos 30 años, todos dijeron cambiar al Perú, aún hoy lo siguen diciendo, tanto políticos recalcitrados de la derecha y de la izquierda.
Qué podemos esperar de un gringo PPK, que ya pasó la mayor parte de su vida absorbida por los cargos burocráticos en diferentes gobiernos que llegó a ser parte; qué podemos esperar de un gringo PPK, que no pudo demostrar la mayor férrea disciplina en su gente de confianza y en sus ministros que a pesar de ganar voluminosos sueldos, algunos negocian sus cargos con altos porcentajes millonarios como se demostró en el proyecto chinchero.
Un presidente que desde un inicio venía coqueteando con la hija del reo, hoy ese coqueteo llegó a su máximo esplendor con el famoso diálogo, que incluso con mucha anticipación se venía comentando, como si se tratara de un extraordinario diálogo que podría poner fin a la crisis moral, a la crisis económica, a la crisis social y política que el Perú hace buen tiempo viene adoleciendo y agudizándose en estos aspectos de la vida nacional.
Nada, absolutamente nada cambiará con ese “famoso” encuentro esperado; únicamente el gran cambio lo celebrarán ellos, porque supuestamente le dejarán gobernar bien a PPK esa gentuza del Congreso, y maliciosamente estos mal llamados padres de la patria, ya no le estarán permanentemente pisando los talones a los ministros del gringo.
Qué más ambicioso puede haber en la hija del reo, que mover la endeble decisión de PPk, para que éste de una vez firme la resolución de indulto de Alberto Fujimori. Ojo PPK, las sentencias condenatorias y judiciales se hicieron precisamente para ser cumplidas, y no tirarles al tacho de basura simplemente porque estás asfixiado en tu gobierno y porque existe una gran mayoría de ese gran mercado mayorista llamado Congreso, que te presionan, hoy más que nunca venidas a menos.
Los indultos siempre dejaron precedente negativo y su aplicación es una tremenda indignación e injusticia contra millones de ciudadanos que tenemos la reserva moral, y es una prerrogativa mal aplicada que el jefe de Estado tiene y que contenta solamente a familiares, allegados y gente del entorno. Morales Bermúdez, aplicó en su tiempo, de las cárceles del país y de Tarapoto particularmente salieron indultados gente condenada por graves delitos; García, utilizó también esta odiosa facultad presidencial, indultando a mucha gente peligrosa. Ahora PPK, quien sabe, como “gran noticia”, estaría haciendo uso de este indignante proceder, que para confundir a la gente, ahora ya no hablan de indulto, sino de “perdón presidencial”.
Si en el Perú no existiera el fanatismo político, hace ratos que el fujimorismo estaría desarticulado y liquidado electoralmente. No tuviéramos esa gran mayoría de gente poco pensante del Congreso y no estaríamos hablando más de ningún candidato a futuro, como aún se sigue hablando de Keiko y Kenji. La primera, candidata fracasada por dos veces a la presidencia, y el segundo, que la misma prensa nacional al enfocar fáticamente la personalidad y perfil de Kenji, a éste le hace pensar incluso a ser candidato a jefe de Estado. ¿Tiene algún mérito para tamaño cargo acaso? Absolutamente nada, únicamente por ser hijo del reo condenado.
Solo cuando el fanatismo político pierda espacio en el país, recién entraremos a ser un país en transición; un país a entrar al desarrollo del progreso y al despunte económico. Entendamos de una vez, en el Perú hace ratos que no existen partidos políticos, lo que existen son grupúsculos de interesados que aspiran únicamente a jalar aguas de millones a sus propios molinos.
Los partidos políticos tienen doctrina. El fujimorismo no tiene, solamente es apellido, y las doctrinas no se levantan a través de apellidos,
peor cuando este tiene antecedentes condenatorios; el apra, lo tiene, pero está totalmente desfasado, direccionada por gente enquistada en el reparto del poder, porque saben que este les trae millones, no por las puras dijo su “gran líder”, que la plata viene sola; Acción Popular, también hace ratos que está desfasado, desde que Fernando Belaúnde, muere, se murió también las esperanzas electoreras en este grupo político.
Si la doctrina política existiera en el país, en los momentos de elecciones no se presentarían cientos de listas de todos los colores e intereses en el país; si existiera doctrina política, la gente sería educada y bastante culta en estos menesteres de la política, y no darían su voto por el puro sentimentalismo, esto es fanatismo que ya nos hizo mucho daño.