A muchas personas aún les cuesta no sentir cierta reserva emocional ante los científicos y la ciencia con sus descubrimientos y nuevas tecnologías. Biólogos, químicos, físicos, etc., aún son vistos por muchas personas, como seres “fríamente calculados” y con poca ética, que en diversas ocasiones han causado destrucción y quiebra moral en la humanidad a cambio de ofrecer una vida más moderna con confort y ahorro de tiempo. Esta visión surge tal vez como producto de esa nociva tendencia a recordar más lo malo que lo bueno; por ejemplo se cita frecuentemente a Robert Oppenheimer y Edward Teller (creadores de las bombas atómica y de hidrógeno, respectivamente) y se difunde menos los aportes desinteresados de “buenos” científicos como Nikola Tesla, o más recientemente en Latinoamérica, el médico colombiano Manuel Patarroyo, creador y donante altruista de la vacuna contra la malaria).
Sin embargo, las cosas no tienen necesariamente que verse desde esa óptica simplista. En vez de satanizar fanáticamente todo lo que venga de la ciencia, es más recomendable reflexionar en el viejo y siempre sabio ejemplo del bisturí…Fácilmente podemos llegar a la conclusión de que a la ciencia necesitamos apreciarla objetivamente, de la misma manera que al filudo bisturí (que no es malo en sí mismo…todo depende del uso que le demos, ya sea quitar o salvar vidas). Así pues, la ciencia no es enemiga del hombre; el verdadero enemigo es LA IGNORANCIA de quienes la utilizan (científicos sin visión ni liderazgo que se someten al servicio de gobernantes y/o empresarios ambiciosos, o también científicos egocéntricos “pagados de su personalidad”).
Como bien lo expresaba el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “Necesitamos la reedificación de la humanidad, pues estamos de acuerdo en proclamar la imposibilidad de seguir una vida como la actual. Por cierto que no es con la bomba atómica como se puede salvar algo, pero la fuerza atómica es para que se emplee en su aspecto benéfico, entonces ¿por qué no hacerlo? Nos referimos al aspecto pacífico, al punto de vista armónico, mejor dicho a la fuerza creadora. Los seres humanos de nuestros días piensan de una manera negativa sobre algunas posibilidades constructivas.” Y en otra parte: “la Ciencia, con sus datos concretos, con sus bases materialistas y la Religión, que ofrece su tradición y todo su bagaje espiritualista. Objetividad y Subjetividad, han rivalizado, como factores, en la intensidad y multiplicación de la desgracia del hombre, el cual ha llegado ya a este estado de ansiedad que todos, en la hora actual, conocemos muy bien, y que es el resultado de la existencia de estas dos clases de individuos que se reparten el mundo: los Ateos y los Fanáticos. En virtud de esto, se puede pedir el equilibrio de la consciencia lo mismo al análisis como a la fe (…)”
Continúa este sabio científico francés: “Lo que hacía la fuerza de los Colegios Iniciáticos, en los antiguos tiempos, era esta visión de síntesis de la Ciencia y la Religión, a base de los cuales se han producido las grandes civilizaciones. Cada vez que la Ciencia, en su progreso, ha avanzado, la Religión ha entrado en una época de materialismo abyecto que conduce a la anarquía y a la pérdida de la moral, acarreando, naturalmente, en todo, la decadencia del hombre; cuando se produjo el caso contrario, hay que reconocer que las consecuencias no fueron mejores. La Luz puede, ciertamente, provenir del estudio científico, pero NINGÚN FÍSICO PUEDE OFRECER LAS GARANTÍAS DE UNA MORAL, COMO EL HECHO DE COLOCAR SU IDEAL EN UN PRINCIPIO INTELIGENTE SUPERIOR.”
Basta con algunos ejemplos de la pobre moral de varios científicos que a lo largo de las últimas décadas han experimentado con millones de pobres animales, cultivos transgénicos ¡y hasta con personas!; también los nefastos experimentos genéticos, o las clonaciones y manipulación insensata de la VIDA.
De ahí que, es justamente una misión y visión de la Fundación FISS-Central Científica, Federación Internacional de Sociedades Científicas (ver: www.fissnet.org) UNIR LA CIENCIA AL HUMANISMO, unir la ciencia con la filosofía, con el Arte, con la mística universal, dotándola así, de una síntesis viviente (Matesis) en los científicos para permitirles ser PERSONAS CON SÓLIDOS PRINCIPIOS DE UNA MORAL SUPERIOR Y UNIVERSAL; seres con un verdadero talento y un verdadero LIDERAZGO CIENTÍFICO que les permita ser responsables y dueños de sus descubrimientos y no dejarse manipular por los intereses de los empresarios, ni de los políticos, que casi siempre utilizan la ciencia para sus intereses egoístas y destructores. En fin, un Liderazgo científico para el verdadero bienestar de la humanidad, de la vida, del medio ambiente y de la Paz.
En ese sentido, el Octavo Congreso Mundial de Juventudes Científicas organizado por la FISS, representa un coronamiento más de los esfuerzos permanentes que, desde hace más de sesenta años y mas especialmente desde 1992 con el Primer Congreso (en Puerto Rico) viene proyectando a la comunidad científica mundial. Esta octava “edición” será realizada del 15 al 19 de noviembre en el gran Auditorio del Colegio Médico del Perú sede Lima y contará con la presencia de grandes científicos de todo el mundo tales como el premio nobel Carlos Gay García y la Astronauta norteamericana Helen Baker.
Esperamos pues, que los científicos de San Martín puedan representar a nuestra región en este magno evento que hoy por hoy se constituye en mayor congreso científico de Latinoamérica.