Ha muerto Rondey López Carranza y con él, se va parte de nuestra generación a la que por razones de sistematización de los procesos sociales y políticos de la segunda mitad del siglo pasado, hemos dado en llamar “La Generación del 70”. Sin embargo, preferiría llamarla la “Generación del Carlos Wiesse” porque fue a partir de la irrupción del entonces primer colegio secundario juanjuino en 1957, cuando un gran sector de la juventud pudo acceder a estudios secundarios y a la profesionalización y no quedarse como simple campesino con escasa instrucción como ocurrió por décadas antes de este hecho. En el plano social y cultural, la irrupción del colegio Carlos Wiesse, marcó también, un antes y un después en Juanjui y Mariscal Cáceres.
Él egresó en 1962 siendo parte de la segunda promoción. Nosotros, los de la primera, lo hicimos un año antes pero éramos como una familia, no solamente porque compartíamos cercanía y actividades casi comunes en el plantel, sino porque además, en mi caso, vivíamos muy cerca, en el mismo barrio bajo de Juanjui. Por la amistad y cercanía, compartimos también andanzas y aventuras juveniles en el inicio de nuestras relaciones sentimentales con muchachas del barrio. En esa época se forjó su relación de pareja con Rosalina Aguilar que luego se hizo matrimonio, hasta esta definitiva separación.
De aquellos años de colegial se le debe recordar como el mejor arquero de fútbol que tuvo Juanjui, condición que lo por mantuvo muchos años después. Por aquella época los muchachos éramos hinchas, por herencia familiar, ya sea del Cultural Juanjui, el Mariscal Cáceres de Ampato, el Atletic o del Sport Loreto de Juanjui. Cuando en 1960 el colegio decide intervenir en el campeonato oficial de mayores, todos dejamos nuestras antiguas adhesiones futboleras para ser parte de la hinchada del Carlos Wiesse. También en eso, nada volvió a ser como antes.
Más tarde, en la prodigiosa y efervescente década de los setenta, la mayoría de nuestra generación, se adhirió a las luchas sindicales y populares que marcaron con fuerza esa etapa. Nuestro bastión fue el Sutep y de ahí el salto al Frente de defensa fue inevitable. Rondey llegó a ser, durante varios años, presidente del FEDIP Mariscal Cáceres. Se forjó con fuerza la alianza del magisterio y de otros grupos laborales sindicalizados con los campesinos de la Liga Agraria Túpac Amaru bajo de la dirección de líderes campesinos, campesinos de verdad, como Marcos Salirrosas Malla, los hermanos Pimentel y otros. Las luchas campesinas por el precio y acopio del maíz que compraba ENCI, las luchas del sutep en huelgas como las de los años 1978 y 1979 marcaron el punto más alto de la protesta popular frente a un estado que siempre ha sido incapaz de solucionar los problemas estructurales de la sociedad peruana.
Pasada esta vorágine social y como consecuencia de asumir nuevas oportunidades y recalar en otras realidades, se produjo la diáspora de nuestra generación. Atrás quedaba el “Círculo Cultural José María Arguedas”, la revista “Despertar”, el Frente de Defensa y, en muchos, la militancia política activa en las filas contestarías de la izquierda.
Pero nadie de esa generación dejó de sentirse parte del necesario proceso de cambio que debe operarse en nuestra patria. (Paradójicamente, ahora, hasta la derecha más refinada, aboga por reformas en el estado porque, entiende que la cruda realidad puede aplastar la endeble democracia que nos rige).
No es solamente Rondey quien nos deja. Antes lo hicieron Severo Alvarado Gómez, Rolando Mosquera Pinedo y Ferdinand Ruiz Casanova, de entre quienes tuvieron presencia dirigencial en el Sutep y el Frente de Defensa. Los que nos quedamos todavía, tenemos la tarea pendiente de sistematizar todas las experiencias de esa época que son parte de la historia de Juanjui. Ojalá que esa tarea podamos cumplirla. Fue muy generosa la entrega de nuestra generación a las causas populares. Todos dieron su cuota de esfuerzo sin esperar recompensa en cargos públicos o prebendas monetarias. ¡Qué distinto a la asfixiante atmósfera política de hoy, contaminada hasta la médula por las ambiciones y falta de escrúpulos!
Hasta siempre compañero, amigo y compadre Rondey López Carranza. Descansa en Paz.(Wilson Pérez Iglesias-Colaboración especial)