Naciones y personas, a menudo se pasan la vida envidiando a otras que tienen mayor fortuna. Por su puesto que la injusticia ha permitido que personas y naciones con mayor poder hayan abusado de los más débiles y robado sus oportunidades, haciéndose más fuertes pisando a los más pequeños. Esta injusticia ha creado una estructura de poder abusivo que propicia que los más pobres se levantes en protesta y muchas veces en revoluciones violentas, que han cambiado la relación de fuerza, pero no han solucionado el mismo principio de abuso del poder.
Fulgencio Batista, el poderoso de Cuba, fue cambiado por los poderosos Castro con la consigna de que la revolución se hacía para establecer la justicia social. Unos dirán que sus logros demuestran que tuvieron la razón, la misma excusa de los otros, solo es apología nada más, pues otros dirán que la pobreza sigue vigente y no se avanzó nada, también tienen razón. ¿A quién le creemos a Chomsky o a Friedman? Galeano en su vejez y próximo a su muerte cambio de opinión, pues la abuela tenía razón, solo “se cambian mocos por babas”. El poder sigue firme y los débiles siguen también firmes. El poder es circular, el pobre de hoy puede ser el rico de mañana y el rico de hoy puede ser el pobre de mañana, ¿de qué depende todo esto?
Es duro admitirlo, para una conciencia social que cree en la igualdad de derechos pero también en la igualdad de deberes. Muchos pelean por la igualdad de derechos, esos son los más pobres. Los que pelean por la igualdad de deberes, son los más ricos. Entonces hay que admitirlo valientemente, la riqueza es generada por el trabajo arduo, no por el reparto equitativo que pretendía los comunistas clásicos. Lastimosamente, el trabajo arduo no es reconocido por la masa, sino por el individuo. El grupo quiere socializar, mientras que el individuo piensa en trabajar, esto le llaman individualismo y toma características épicas en el capitalismo, ese capitalismo que odiamos por sus principios egoístas ¿Pero existe otra alternativa? No, los que atacan al individualismo por ser egoísta y exclusivista, no tienen otra alternativa que la masa jaloneada por “un individuo” que los trata paternalistamente y este termina acumulando la propiedad de todos, porque la masa ignora su parte del botín social, en tanto le sigan dando “pan y circo”.
La riqueza es generada por el trabajo, esta ley no ha sido cambiada a través de los siglos y la riqueza se acumula en propiedades o mejor dicho se visibiliza en bienes físicos y apariencias que enojan a los que no lo tienen ¿injusto? ¡Que se puede hacer! ¿Que en el principio de los tiempos, la propiedad era de todos por igual? ¡cierto!, ¿pero qué se puede hacer si la ley lo protege asignándole la categoría de derecho y de eso ya hace mucho tiempo, tanto que la ley se ha convertido en costumbre, y esto es imposible de cambiar por mas revoluciones sociales que se haga? La revolución bolchevique de 1917 fue un fiasco, la revolución china de 1949 una desilusión, la revolución cubana de 1959 una frustración, los intentos de Chávez y Maduro una desesperación agónica. Derivaron igual en explotación de los débiles y acumulación de riqueza por los más fuertes de turno.
Volvemos, la riqueza es producto del trabajo, y el trabajo arduo da más riqueza; mientras, que la pobreza es resultado del ocio, y el mayor ocio es pobreza extrema, pero alguien reclamará ¿y que de aquellos lugares en el planeta donde la naturaleza inclemente niega la hombre oportunidades de desarrollo? Allí, la pobreza no es producto del ocio. Esto no cambia las variables. Reflexionamos de los lugares en donde el hombre aún tiene el control, donde las condiciones climáticas aún son manejables.
El trabajo arduo va acompañado de la creatividad e inventiva, de la inteligencia y de la astucia ¿esto hace malo el método de adquisición de riqueza? Sí, porque se está aprovechando la inocencia de la gente que piensa poco o no piensa, pero la gente pobre no es tan inocente, él marcha a su máxima necesidad auto esclavizado por su deseo de placer, manifestado en el “consumismo”, compra lo que no necesita y luego no tiene para lo que necesita. Esto lo saben los astutos y ofrecen en el mercado el producto de moda, solo que la moda es fortalecida por los consumidores que se empobrecen. Ellos trabajan arduamente, y los consumidores gastan lo poco que tienen arduamente también.
Entonces ¿Qué es lo que genera riqueza y pobreza? Se dijo que es el trabajo, pero este es una acción provocada por el ser humano, porque es el hombre o la mujer el que trabaja, y es la persona la que toma decisiones sobre sus propias oportunidades. Nadie puede quejarse del sistema, el sistema siempre fue así o ¿alguien recuerda que alguna vez el sistema en alguna parte del mundo fue mejor? Es el individuo el que decide y por tanto el generador de riqueza es el hombre y el hombre también genera pobreza. Por lo tanto, concluimos, que se encuentra en el ser humano la capacidad de generar riqueza. Sin embargo para concretar la idea, la generación de riqueza está en el ser humano que pone en ejercicio su voluntad y su perseverancia, requisito para conquistar las oportunidades.
Pero ¿qué se hace con los pobres? Ellos constituyen la oportunidad de Dios para que, los que tienen sean sensibles a compartir sus ventajas con ellos, no solo que le den el pescado sino también enseñarles a pescar, es el mejor modo de compartir. Acumular sin compartir con los demás es un egoísmo letal que pinta un capitalismo rapaz y crudo. Compartir con los pobres es “acumular riquezas en el cielo”.