El 4 de octubre Kenji Fujimori escribió en su cuenta de twiter: retomando el camino…siguiendo los pasos de una verdadera gesta revolucionaria, el coro de sus seguidores le hacían coro con frases como, Kenji Fujimori se cansó de esperar que su partido ganara las elecciones, así que decidió empezar la revolución desde la tierra de Túpac Amaru en Canas, Cusco.
Y efectivamente Kenji Fujimori, escogió el Cusco para visitar en la denominada semana de representación parlamentaria, desde luego el congresista no salió elegido por esta región andina, como sabemos el postuló por Lima, pero eso es lo de menos, una vez en el Cusco, volvió a twuitear: “En Cusco visitando la casa de Túpac Amaru, recorriendo colegios e institutos en Tinta, donde se inició la #GestaRevolucionaria”.
En la provincia de Tinta, -supongo cuidadosamente escogida por sus asesores- Kenji entregó carpetas, fotocopiadoras, computadoras, televisores y varios DVD, así como obsequio pizarras y bebidas, desde luego luciendo chullo, ponchos y toda clase de indumentaria del lugar, y para redondear la cosa esta tomando un curso intensivo para aprender quechua, el objetivo, según dijo, para comunicarse mejor con la población.
Mientras Kenji se multiplicaba, Keiko guardaba según sus defensores calculado silencio, hasta que se sumó un segundo hecho que obligó a que saltara la liebre. Keiko Fujimori tenía que acudir el jueves de la semana pasada a la Fiscalía de Lavado de Activos a dar su testimonio por los fondos de su campaña política.
Los Keikistas necesitaban un acto político que pase a un segundo plano el avance de Kenji, con regalos y lecciones quechua incluido, así como la citación a la fiscalía de su lidereza. La respuesta, un balconazó, se movilizaron militantes de todo el Perú, la agenda, apertura un local de campaña en Lima.
De lo analizado, se desprende tácitamente, que Keiko esta en campaña presidencial, lo mismo se infiere de su hermano Kenji, la pregunta, entonces es ¿quién será el candidato del fujimorismo?, mejor dicho, ¿quién contará con el beneplacito de Alberto Fujimori?, probablemente el que mayor acumulación de fuerzas concentre, si el ritmo sigue siendo el de una Keiko en silencio vs el de un Keikji multiplicado, la lógica nos pone al segundo en una clara ventaja.
De prender, como parece que esta sucediendo, la campaña de Kekji entre los fujimoristas de base, Keiko seguramente experimentará una depresión, de la que ya podrá disimular fácilmente, menos negarlo públicamente.