Vamos a entrar en una nueva gestión de gobierno y es cuando llega el momento de realizar las evaluaciones de las acciones; o sea, de lo hecho y lo dejado de hacer. Y los pueblos reflexionan sobre si las personas a quienes elegimos tuvieron la capacidad de comportarse a la altura de las responsabilidades encomendadas.
A menos que usted sea mezquino, no dejará de reconocer que la gestión regional de Nueva Amazonía que termina ha tenido significativos logros y ha sentado las bases para continuar con el desarrollo. No fue una gestión perfecta, porque, en verdad, las metas se alcanzan cuando la gente que acompaña a una gestión asume el compromiso, se involucra y pone de sí mismo para esos propósitos. Por ejemplo, para lo de la Región Verde, el gobierno regional careció de gente que le acompañara. Felizmente, Víctor Noriega dice que asumirá la propuesta de la Región Verde, lo que es señal de madurez y sentido común.
Si los planes y la planificación son importantes, más importante son los hombres y mujeres a quienes se convoca para acompañar una gestión, insistimos. Son esos hombres y mujeres quienes deben dar ese valor agregado que, casi siempre, carecen los convocados. Muchos llegan con pergaminos y a muchos políticos bien intencionados, pero desprevenidos, convencen con sus supuestas experticias. Pues, unos llegan diciendo: “soy un experto”; otros: “soy técnico”…Pero, vayamos a ver.
Los consejeros regionales que terminan sus gestiones lo hacen sin pena ni gloria. Parecieron comenzar, como dice el dicho popular, una carrera de caballo, y terminaron a la mitad del camino, en una soberbia parada de burro. Y ahí terminó todo. Otra frustración más, aunque debo decir que en la gestión que termina solo uno de los consejeros pareció entender el rol que le cupiera desempeñar.
En cuanto a los regidores, muchos comenzaron sus gestiones metidos en conflictos que se hacen permanentes y terminan creyendo que son unos tremendos políticos, y algunos se conducen como si fueran patricios, tribunos y paradigmas, más cuando los medios parecieran tenerlos como referentes. Pero lo grave se manifiesta cuando entran a formar parte de una comunidad de autistas, siendo absolutamente indiferentes a las propuestas ciudadanas, lo que nos obliga a preguntarnos: ¿son analfabetos? ¿Se hacen los sordos? Los cargos ¿los idiotizan? Porque mañana volverán a ser, como en esa canción de Joan Manuel Serrat, los ilustres desconocidos de siempre.
A la gestión actual de Grundel, le he alcanzado a través de este medio, las ideas respecto a los espacios públicos. El sábado pasado, a través de Radio Amistad, que dirige Toño Rojas, volví a plantearlo. No hubo respuestas, ni del señor alcalde, ni de los regidores, ni de la sociedad organizada, sea Cámara de Comercio, ni de los alcaldes de Morales y de La Banda de Shilcayo, lo que hace preguntarnos: los regidores que van a entrar, ¿serán receptivos o más de lo mismo? Otros, que fungen de actores sociales, ¿tienen voluntad para asumir y recoger las propuestas ciudadanas? El problema de fondo es que casi todos tienen terror que alguien salga con iniciativas. …Y los “pánfilos” se llenan la boca hablando de valores… Por eso; ya no nos vengan con vainas.