En Alto Amazonas
Pobladores no podrán hacer uso de predios cerca de la quebrada
Las instituciones públicas que tienen como función velar por los recursos hídricos y la gestión ambiental en la provincia de Alto Amazonas, como el Gobierno Regional, la Municipalidad Provincial y la Autoridad Nacional del Agua (ANA), están articulando esfuerzos para realizar trabajos de delimitación de la faja marginal del caño Atúnquebrada, con la finalidad de fijar los espacios y áreas para prohibir la construcción de viviendas o cultivos agrícolas de acuerdo a le ley de recursos hídricos.
Tras realizar acciones conjuntas de descolmatación del caño que, al presentarse lluvias intensas, generaba inundaciones en sectores bajos de la ciudad de Yurimaguas, sumándose a ello la reducida alcantarilla que cruzaba la pista de aterrizaje del Aeropuerto; ahora toca delimitar la faja marginal para que nadie se atreva a construir viviendas cerca del caño.
Las instituciones comprometidas están socializando primero el trabajo a realizar con los dirigentes de los barrios y asentamientos humanos que colindan con la citada acequia.
La delimitación es un requisito legal para poder hacer intervenciones en la quebrada, y con ella, conocer hasta qué espacio los pobladores pueden ocupar.
Según la Ley de Recursos Hídricos, las fajas marginales son espacios en las riberas de las fuentes de agua delimitados por la ANA para la protección del recurso hídrico, en donde se prohíben actividades agrícolas, industriales y/o de urbanización (uso poblacional).
El Caño Atúnquebrada, en otrora, era una quebrada de agua dulce ubicada en el histórico Barrio Las Américas, que se había convertido en un lugar turístico y recreacional para los pobladores de Yurimaguas, quienes acudían a darse un chapuzón todos los días para aliviarse del excesivo calor amazónico.
Con el tiempo esta quebrada ha ido desapareciendo poco a poco producto de la migración del campo a la ciudad y deforestación, reduciéndola a una simple acequia que evacúa las aguas pluviales hasta el Río Paranapura, cruzando zonas urbanas de la ciudad.
El posicionamiento de pobladores muy cerca de la acequia, y la falta de mantenimiento y control de los sectores pertinentes, ha generado constantemente que su cauce se llene de barro, malezas, basura y depósito de agua servidas por falta de saneamiento principalmente en el entorno de la exquebrada.
Con la delimitación de la faja marginal, y las intervenciones de las instituciones competentes, las autoridades estiman que la exquebrada convertida en una acequia, tendrá una mejor presentación y perspectiva.