Este artículo pretende ser un homenaje a las mujeres de todo el mundo, que este domingo estarán celebrando su día. Sin duda, que con su ternura y contención, hacen del mundo algo mejor. Imagínese si solo el salvajismo de los hombres se entronaría sobre el planeta, no habría motivos para el arte, ni la poesía y de hecho todo sería un desbarajuste de guerras y violencia… o tal vez no.
¿Habrían razones para vivir sin que las mujeres existan? ¿Qué tan aburrida podría ser la adolescencia sin la expectativa del amor, la juventud y la adultez al lado de quien se ama? Para muchos, respetables, no serán necesarias las mujeres (obviando su papel reproductor que las hace imprescindibles), pero para quienes las admiramos, odiamos, adoramos y muchos etcéteras, de hecho que son una dulce brisa, una condena, sacrificio y paraíso. Todo en uno.
Son ellas las que nos vuelven locos, capaces de los peores arrebatos y los mejores actos de bondad. Son ellas las que estilizan las situaciones que nunca revelaremos y que permanecerán con una amplia sonrisa en nuestros recuerdos.
Al fin y al cabo, son ellas las que nos dan la vida y a quienes todo les debemos.