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jueves, mayo 22, 2025
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“Hospital de Lluyllucucha: atrapado entre la desidia y la burocracia municipal”

La salud no espera. La construcción del nuevo hospital sigue estancada. Urge decisión política y presión ciudadana

Promesas rotas, trámites demorados y un pueblo postergado: la salud de más de 80 mil personas espera mientras funcionarios y regidores se culpan entre sí.

La promesa fue clara: el 22 de abril, el Concejo Municipal de Moyobamba decidiría sobre la solicitud de donación de un terreno al Gobierno Regional para la construcción del nuevo hospital de Lluyllucucha. Hoy, más de un mes después, el expediente aún no ha sido aprobado por el Consejo, la sesión fue postergada, y la salud de más de 80 mil pobladores continúa en el limbo.

El terreno ya está inscrito en Registros Públicos desde hace dos meses. La formalización está lista. Los documentos técnicos también. Lo que falta, inexplicablemente, es el acuerdo de Consejo. “Falta solo subir el expediente a sesión y sacar el acuerdo”, asegura el regidor Edwin Mendoza Castañeda en declaraciones a Interactiva Radio. La espera pasiva continua mientras los profesionales de la medicina atienden en condiciones deplorables e insalubres.

La sesión donde se debía tratar el tema fue postergada para el martes 27 de mayo. “Ya el expediente está completo, simplemente falta el acuerdo de Consejo”, repite el regidor, en un tono que mezcla resignación y enojo. La promesa del alcalde Ronald Gárate, hecha públicamente, ha quedado sin cumplir en la fecha establecida.

Y como ya es costumbre en la administración pública, el argumento de fondo siempre es el mismo: “hay mucho trabajo”. Es la excusa que se repite también en otros casos, como el del plan de contingencia para el Barranco Turímino, donde la respuesta de los funcionarios fue similar. “No es así nomás”, dicen. Pero en los hechos, el tiempo pasa, las necesidades aumentan y las respuestas no llegan.

“Yo creo que es una mezcla de incapacidad y de burocracia. Los funcionarios tienen las facultades, pero no actúan con compromiso. Y eso nos hace pensar muchas veces que simplemente no pueden con el cargo”, afirma Mendoza.

La inercia parece haber atrapado también a buena parte de la ciudadanía. Pese al clamor por un nuevo hospital, la población no ha salido masivamente a exigir la aceleración del proceso. Tampoco hay presión social suficiente para exigir a los responsables. Es como si todos hubieran aprendido a convivir con la postergación.

Mientras tanto, las condiciones del actual centro de salud – hoy apenas un cascarón deteriorado – siguen siendo indignas. Techos que gotean, ambientes improvisados, equipos obsoletos. Allí se atienden embarazadas, niños, ancianos. Allí se lucha cada día contra la precariedad.

¿Qué más tiene que pasar para que el Estado actúe? ¿Hasta cuándo los regidores van a seguir esperando que los funcionarios les hagan llegar un simple dictamen? ¿Hasta cuándo los funcionarios seguirán escondiéndose detrás de su “carga laboral” para no hacer lo que les corresponde?

Testimonios:

“Esto ya debió resolverse hace tiempo. ¿Acaso no ven cómo atendemos?”

 Técnica de enfermería

“Nos dicen que no hay pediatra. ¿Y si no puedo pagar el mototaxi a Moyobamba?”

Padre de familia

Principales obstáculos: Demora en dictamen legal y técnico, sesiones de Consejo postergadas, excusas de sobrecarga laboral por parte de funcionarios

Falta de voluntad política y compromiso. Hay una población esperando atención digna. Hay una promesa política pendiente. Y hay un expediente listo sobre una mesa. Lo que no hay es voluntad.

Por: Beto Cabrera M.

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