La persona que lo crió le reveló, antes de morir, que fue adoptado, luego que engañaron a sus padres biológicos que había fallecido. Un mes después de nacer sus tías también lo buscaron.
En una conmovedora historia de búsqueda y esperanza, José Antonio Alcedo Gutiérrez, un ingeniero agrónomo oriundo de la región Ancash, llegó a Tarapoto en la incansable búsqueda de sus padres biológicos, quienes, según revelaciones recientes, serian naturales de San Martín quienes perdieron al recién nacido en extrañas circunstancias.
Desde hace cinco años, Alcedo Gutiérrez ha emprendido una travesía para descubrir sus raíces luego de que, al parecer, fuera adoptado pocos días después de su nacimiento. La revelación sobre su adopción surgió de una de las personas que lo crió quien le dio esa información antes de morir, indicando que sus padres biológicos, siendo adolescentes en ese momento, lo habrían abandonado en el Hospital del Niño. Sin embargo, se retractaron de su decisión poco después y, al buscarlo, les informaron que el bebé, que nació prematuramente, falleció debido a una presunta bacteria intrahospitalaria.
José Antonio, quien nació el 15 de marzo de 1972, sólo cuenta con la información de que su padre llevaría el apellido Reátegui y su madre el apellido Quiroz. Con el deseo ferviente de conectar con sus raíces, decidió viajar a Tarapoto para iniciar la búsqueda de cualquier pista que lo conduzca a sus padres biológicos, ya que en el nosocomio donde nació no hay información al respecto.
«No les guardo rencor, sé que me buscaron. Pero les mintieron, les dijeron que había fallecido, y puede ser que durante 50 años me hayan dado por muerto. Puede que tenga hermanos y me encantaría conocerlos», expresó Alcedo Gutiérrez con emotividad.
Actualmente radica en Casma, esta es la primera vez que José Antonio visita Tarapoto en busca de respuestas, pero hasta el momento, sus esfuerzos no han dado resultados positivos. En un llamado a la comunidad, Alcedo Gutiérrez solicita la colaboración de cualquier persona que pueda proporcionar pistas sobre sus progenitores. Aquellos que cuenten con información pueden comunicarse al número 960 154 960. (Hugo Anteparra)