22.5 C
Tarapoto
lunes, diciembre 9, 2024
spot_img

Khalil Gibran EL PROFETA

“El profeta”. Es la obra más popular, y famosa y emblemática del poeta libanés a tal punto que en cierta oportunidad afirmó que hubiera preferido no haber escrito ningún otro libro. Por supuesto que es una exageración; pero fue, quizás, para darle mayor realce a la calidad de esa creación, porque toda su obra es una mezcla de lirismo y misticismo, del uso de formas delicadas y pensamientos elevados y profundos. Cuando lo publicó, él m ismo se encargó, como dibujante y pintor que también era, de ilustrarlo con 12 dibujos de clara concepción mística.

La profetiza Almitra pide a Almustafá el profeta, antes de su retorno a su isla natal, que comunique al pueblo su sabiduría. Almustafá diserta acerca del amor, la justicia, la muerte, el matrimonio, la tristeza y la alegría, la religión, el trabajo, etc.

Cada frase poética es profunda y sentenciosa y guarda una total fidelidad en la tradición del pensamiento árabe. Esta obra pertenece a aquellas que expresan los elevados valores del humanismo. Por eso se ha dicho que es el fruto de un espíritu universal y cosmopolita, abierto a las interrogantes y los más grandes avatares del hombre. La depuración y condensación de cada sentencia nos recuerda a los versículos bíblicos de Salomón. “El arte –dijo— debe ser una comunicación directa entre la imaginación del artista y la del observador”.

Sin embargo despertó criticas opuestas: “mientras unos ven sus pensamientos peligrosos y nocivos para los jóvenes, otros consideran que en ellos coexisten resonancias de Jesucristo y de los evangelios”.

Tan importante como su legado literario lo es su ejemplo no tan sólo del hombre puente entre Oriente y Occidente, el mundo musulmán y norteamericano, sino también este mundo y el trascendente. Por eso es que toda su obra es un trasunto de elevados valores humanistas en todo su mensaje cosmopolita, cósmico y universal.

Todavía se tiene la equivocada idea de que el místico es una persona evadida de la realidad, que busca el éxtasis y la vida transcendente, interesado más en las cosas del espíritu y del otro mundo, esperando trascender en sus sueños de alcanzar el paraíso y la vida eterna: el colmo del soñador idealista.

Nada más opuesto a ello. Jorge Manrique decía:

Este mundo es el camino para el otro que es morada sin pensar.

Más cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar.

El idealismo moral se convierte en la tarea del luchador social y hasta revolucionario.

En “Sueños”, Khalil Gibrán es como si nos dijera: no confundir sueños con ideales, ni ideales con valores efectivos y auténticos; más allá de creencias y supersticiones equívocas en las que muchas veces han caído incluso grandes hombres y culturas.

Sueños.
Un hombre tuvo un sueño y una vez despierto visitó a un adivino para pedirle que se lo descifrara.

El adivino dijo al hombre:
–Ven a mí con los sueños que contemples en tus momentos despiertos y te explicaré sus significados. Pero los sueños de tu dormir no pertenecen ni a mi sabiduría ni a tu imaginación.

“¿Por qué te preocupas por interpretar lo que en el profundo dormir sueñas?”, distingue las utopías de las realidades, la divagación del ensueño con los logros de la paz, felicidad y concordia en este mundo lleno de odios y conflictos.
Envuelto entre las banderas norteamericana y libanesa, sus restos fueron llevados a su país. El pueblo alborozado recibió a su poeta nacional por encima de todo su cosmopolitismo. Hoy en día su tumba es lugar de peregrinación de todos los que creen en la unidad pacífica en el reino del amor.
El Profeta.- (fragmento).
• Os deleitáis dictando leyes y, no obstante gozáis más violándolas.
• Vuestra razón y vuestra pasión son el timón y la vela de vuestra alma viajera. Descansad en la razón y moveros en la pasión.
• El músico puede cantaros el ritmo, pero no puede daros el oído; la visión de un hombre no presta sus alas a otro hombre.
• El placer es una canción de libertad, pero no es la libertad; es el florecer de vuestro deseo, pero no es su fruto; cantadlo con plenitud de corazón, pero no perdáis el corazón en el canto.

• Es grande el que cambia la voz del viento en una canción (arte)
• Cuando trabajáis sois una flauta a través de cuyo corazón el murmullo de las horas se convierte en música.

Artículos relacionados

Mantente conectado

34,618FansMe gusta
407SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

ÚLTIMOS ARTÍCULOS