En Loreto
Los condenados del futuro
Asegurar una dieta alimentaria sana y permanente, cualquiera sea el lugar donde nos encontremos, es un primer paso para revertir las condiciones actuales y recrear un futuro prometedor.
En su reciente publicación de Prospectiva Amazónica, titulado «LOS CONDENADOS DEL FUTURO», el Econ. Roger Grandez Ríos, director del Instituto de Desarrollo Socioeconómico, discute el presente y futuro de la región de Loreto.
El especialista argumenta que, a pesar de la inmensa riqueza natural del territorio, sus habitantes no se benefician de ella debido a la falta de políticas públicas efectivas. Se destacan indicadores de salud preocupantes, como las altas tasas de anemia en niños y el exceso de peso y obesidad en jóvenes, que comprometen el capital humano y la productividad futura. El economista sugiere que la prioridad de inversión debe centrarse en la alimentación saludable, agua y saneamiento, en lugar de la infraestructura tradicional, para contrarrestar esta tendencia negativa.
“La ANEMIA es el principal enemigo de Loreto que carcome por dentro nuestro futuro”, sostiene Roger Grandez.
El miércoles 28 de mayo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó los indicadores de la Encuesta Nacional de Hogares (ENDES) 2024, y de enfermedades no transmisibles y transmisibles. Sus resultados reflejan la realidad de nuestro capital humano y el futuro de nuestra productividad y competitividad, fuente esencial para salir de la pobreza, disminuir la desigualdad y promover desarrollo compartido. “En el periodo largo de 10 años (2015-24) de evaluación de la salud de nuestros niños, las cifras son robustas: 62 por ciento (alrededor de 48 mil niños), en comparación con el año anterior de 57.4 por ciento, mostrando un incremento de 3.9.
Estos niños son la realidad del presente y en las próximas décadas (2035) estarán en la frontera de ingresar al mercado laboral, cuyas capacidades y habilidades estarán totalmente disminuidas sin la menor opción de mejorar la producción y peor aún, la productividad y competitividad del territorio: estaremos condenados a percibir pobreza y desigualdad.
Un segundo patrón de análisis del presente para escarbar el futuro de Loreto, se encuentra en otro indicador de resultados. Los chicos mayores de 15 años de ahora, a un paso de entrar al mercado laboral, se encuentran en una condición crítica: más de la mitad de nuestra juventud (mayores de 15 años) sufren de exceso de peso y el 19.5 por ciento sufren de obesidad en 2024.
Nuestra fuerza laboral, el pilar de nuestro potencial productivo y forjadora de riqueza, no va poder levantar el peso del compromiso de futuro que nuestra riqueza natural está dispuesta (de acuerdo al valor de uso) a revertir las condiciones de marginalidad de nuestras poblaciones y de uso ordenado y sostenible de nuestra biodiversidad. La prioridad de los hacedores de las políticas públicas para evitar la decadencia de nuestro futuro, no es, como nos viene diciendo, invertir en infraestructura (estéril) en las condiciones actuales: educación, salud, carreteras. Asegurar una dieta alimentaria sana y permanente, cualquiera sea el lugar donde nos encontremos, es un primer paso para revertir las condiciones actuales y recrear un futuro prometedor. Invertir en agua y saneamiento, es el segundo eslabón de apuesta a ganador en el camino de ir derrotando a nuestros principales enemigos que destruyen nuestra productividad y competitividad del futuro de nuestro territorio.