Si no actuamos ahora mismo, en veinte años Laguna de Sauce será un lago muerto

Un llamado de auxilio se viene realizando desde Sauce para cuidar la famosa Laguna Azul, y es que si las autoridades del ANA y la responsabilidad de todos los sanmartinenses, en 20 años, la Laguna de Sauce podría convertirse en un lago muerto, ya que en el año 1980 existían hasta 19 vertientes de agua que alimentaban a la laguna, actualmente existen cinco de las cuales tres prácticamente ya desaparecieron quedando sólo el Pucayacu y Yacusisa.

 La Laguna Azul, ubicada en el distrito de Sauce, se convirtió desde hace varias décadas en el principal atractivo turístico de la región San Martín, desde aquel lejano 1982 cuando Mariano Prado, instaló varias suites e incluso realizaba fiestas para el jet set limeño en plena selva, que lamentablemente el terrorismo del MRTA prácticamente ocupó la zona dejando abandonada a la deriva hasta la instalación de un base militar del Ejército Peruano.

Ya por el inicio del siglo 21, nuevamente Sauce es el lugar privilegiado para el turismo, convirtiéndose en uno de los lugares preferidos para pasar un fin de semana tanto para turistas nacionales y extranjeros, donde se puede ver varios lodges en sus riberas, ahora esperando la construcción del anhelado puente sobre el río Huallaga, además del asfaltado de la vía Cabo A. Leveau – Sauce, para tener mayor afluencia de turistas.

Sin embargo, la exposición de la laguna no sólo trajo turismo, sino migrantes que se adentraron a las partes altas fundado asentamientos humanos, lo que viene derivando en la pérdida de bosques primarios, por ejemplo, actualmente solo existe un 27% de bosque virgen en la zona de amortiguamiento y muchos pobladores recuerdan que hace 10 años se vio la última manada de huanganas por el pueblo, que antes era normal este espectáculo selvático.

Antes, la madera que se podía encontrar por los antiguos bosques en Sauce, especies como cabo, cedro, moena, mientras que el ishpingo era despreciado por las personas, ahora todo eso es un recuerdo ya que prácticamente desaparecieron, conformándose ahora con las especies de anascapi y atadijo.