El tercer domingo del mes de enero, da paso a la fiesta del Carnaval en Lamas, una celebración que cambia de fecha, dependiendo de cuándo tenga lugar la Semana Santa, ya que culmina justo antes del inicio de la CUARESMA. Hoy nos sumergirnos en las raíces culturales del carnaval Lamista y su famosa frase: “…NO DIGA NOMBRE…DIGA CHIVO…”
El Carnaval, es una celebración antigua; su origen se estima hace más de 5.000 años y está relacionado con festivales paganos antiguos. Un ejemplo de esto son las Saturnalias romanas, unas fiestas en honor a Saturno (dios de la agricultura y la cosecha de la mitología romana), que incluían banquetes, donde su actividad principal era el intercambio danzas y desfiles. Con la expansión del cristianismo, muchas de las tradiciones paganas fueron adaptadas a las celebraciones cristianas, que se fueron expandiendo por el mundo. Los carnavales en la amazonia, por ejemplo, se celebra en diferentes regiones. Como el carnaval riojano, conocidos por sus diablos y comparsas coloridas de los diferentes barrios, fiesta a todo dar en la parte norte de nuestra región.
El Carnaval en Lamas, llegó en tiempo de la fundación española de nuestra ciudad (1656); es una de las festividades más esperadas del año; desde tempranas horas del domingo, hay música típica de bombo, tambor y quena; la gente va al mercado a curiosear y comprar productos, para sus banquetes familiares; los niños, alistan sus máscaras de chivos y trajes coloridos, para salir en las comparsas infantiles, que salen por las mañanas; desde las 12 del mediodía, los adultos preparan sus máscaras de chivos guayaberos; personajes míticos, son representados por jóvenes de diferentes edades, entre los 15 a los 45 años, ellos hacen un pacto o promesa de salir a brincar, durante 12 años, si el pacto es roto, hay una saladera de cuernos negros y rojos; también alistan su cuerpo con QUIÑENTIN, una mezcla de aguardiente de caña, con limón; como dicen de manera pintoresca: “Hay que echarle, combustible al cuerpo, para salir a brincar, corretear y desenfrenarse, por las calles, hasta las últimas horas de la tarde…”.
La tarde del domingo, en tiempos de carnaval, todos se juntan, los turistas se contagian del jolgorio de las 3 comparsas, de los barrios Suchiche, Ankohallo y Quilloallpa; hay mucha agua, risa, humor, picardía, emoción, parodia, amor, chisme y cada carnavalero, tiene su propia historia; es en las comparsas, donde nace nuestra frase característica: …NO DIGA NOMBRE…DIGA CHIVO…, un mensaje que identifica a los chivos disfrazados, que con sus máscaras hechas de madera topa (madera balsa), ocultan su identidad y agregan misterio; también, hay otros personajes, que forman parte de las comparsas como: La mujer bailarina, vestida con trajes diminutos, que baila y coquetea a los pobladores carnavaleros; la yanasa, es otro personaje, que identifica a la mujer indígena kechwa de la comunidad del Wayku; el indio infiel, que viste con hojas de palmeras, corona de plumas y su arco y flecha, en representación a los primeros pobladores de Lamas y por último, el Ño Carnavalón, personaje bonachón y divertido, de buena presencia y estatura alta; es el centro de atracción de las comparsas, combina sus divertidos bailes y coqueteos, con la risa y jolgorio; una característica principal de los lamistas.
Ven y disfruta del carnaval lamista, todos los domingos, siempre hay diferente, desde el 19 de enero al 09 de marzo; nuestro carnaval, es mucho más que una celebración temporal, es una experiencia que deja una huella duradera en quienes tienen la suerte de vivirla, que combina la alegría, la tradición y por supuesto, no deje de probar nuestra exquisita gastronomía. Nos vemos el domingo.