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jueves, diciembre 12, 2024
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Mano dura contra la delincuencia

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Qué duda cabe que la década de los 80 y parte de los 90 fueron tiempos duros para el Perú. El miedo que causó el terror de grupos de izquierda radical se había apoderado de nuestra patria. Para vencerlos fue necesario recurrir a medidas drásticas pero también inteligentes en salvaguarda del Estado de Derecho que aspirábamos consolidar. Es así que en el ocaso del primer gobierno aprista, el entonces Vice Ministro del Interior Agustín Mantilla, crea e impulsa la conformación del GEIN, grupo de inteligencia policial que fue responsable años después de la captura del cabecilla senderista Abimael Guzmán.

En la actualidad nuestra patria enfrenta otro tipo de terror, ya no basado en ideologías radicales, sino en la falta de valores y escasas oportunidades para los más jóvenes cuyo efecto es la delincuencia organizada y el sicariato. Ante ello muchas propuestas se han venido escuchando y debatiendo; sin embargo, desde la trinchera del aprismo y en sintonía con la propuesta de nuestro candidato Alan García, creo que una de las formas de hacer retroceder drásticamente a la delincuencia en nuestra región y el Perú es otorgándole participación en los primeros 12 meses de gobierno (2016) a las Fuerzas Armadas como apoyo a la labor policial; eso no significa que el Ejército saldrá a las calles con tanques de guerra, los soldados con fusiles AKM o la Fuerza Aérea con aviones de combate, nada de eso corresponde a la propuesta en sí, ya que el planteamiento lo que busca es que las Fuerzas armadas se conviertan en un elemento disuasivo para la delincuencia pero dentro de los parámetros democráticos y sobre todo con respeto a los derechos humanos.

En ese tránsito de ideas y propuestas, considero que no podemos dejar de lado el rol importante que también juegan los ronderos en nuestra patria, ya que en reiteradas oportunidades han sido actores principales en la lucha contra la delincuencia común y el crimen organizado; empero, el Estado debe ocuparse de ellos con especial ponderación no sólo dotándoles de logística necesaria sino además capacitándoles constantemente a fin de que el trabajo que realicen sea de forma articulada con la labor policial, Fuerzas Armadas y por supuesto con las fiscalías correspondientes.

Pero lo mencionado no estará completo si no añadimos a todo ese paquete de acciones contra la delincuencia las reformas penales útiles y necesarias como sería el endurecimiento de las sanciones penales, no descartando incluso, como ocurre en otros países, la posibilidad de aplicar la pena de muerte para determinados casos, previo retiro parcial del Pacto de San José que considero viable a fin de darle al Perú la tan ansiada paz social que todos reclamamos.

En definitiva, estoy convencido que debemos ser duros para vencer a los extorsionadores, asaltantes de carreteras y sicarios, podemos hacerlo no sólo con inteligencia sino siendo drásticos como lo fuimos para vencer al terrorismo.

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