Las comunidades indígenas del distrito de Manseriche, en la provincia Datem del Marañón, se mantienen en movilización constante ante el abandono del Estado, lo que afecta gravemente la educación y salud de sus habitantes.
Las protestas se intensificaron tras el último derrame de petróleo, ocurrido en marzo en la zona de Pijuayal, Sinchi Roca. Hasta la fecha, denuncian que no han recibido atención del Gobierno para remediar los daños ambientales ni para atender a los afectados, según reportan medios locales citando a líderes indígenas.
De acuerdo con Tele Marañón San Lorenzo, Otoniel Shajuan Shawit, líder del pueblo Awajún, señaló que la situación se agravó luego de que representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) incumplieran reiteradamente su promesa de visitar la zona. Primero anunciaron su llegada para el 8 de abril, luego para el 14, y finalmente propusieron una reunión virtual, lo que generó una profunda indignación entre las comunidades.
Mientras no haya presencia efectiva de las autoridades, advirtió Shajuan, la carretera Saramiriza-Bagua, la ruta fluvial, varias entidades públicas y la Estación 5 del Oleoducto Norperuano continuarán bajo control territorial de las comunidades.
En el Datem del Marañón, donde aproximadamente el 70% de la población es indígena, los pueblos Achuar, Awajún, Kandozi, Kichwa, Shapra, Shawi y Wampis exigen atención integral del Estado en educación, salud, energía, producción y conectividad vial.
Entre sus demandas principales figura la creación de una UGEL Intercultural, que responda a la cosmovisión de los pueblos originarios y promueva una educación adecuada a su realidad. Además, plantean la instalación de una Universidad Nacional Autónoma Intercultural, con carreras orientadas a su visión de desarrollo.
Desde hace dos semanas, pobladores de estas comunidades nativas resguardan la Estación 5 del Oleoducto Norperuano de Petroperú, ubicada en Manseriche, como medida de presión frente a la inacción estatal.