Tras los constantes movimientos que se registrando en la localidad de Aguas Claras, la mayoría de moradores optaron por buscar refugio en Naranjos y localidades aledañas, los pocos habitantes que se quedaron manifiestan no tener recursos económicos para irse a otro lugar, actualmente la comunidad luce desierta como si fuera un pueblo fantasma.
Lidia Cabanillas Hernández, es una mujer que vive en Aguas Claras desde hace muchos años, en la calle donde radica, solo se quedó con su esposo y por ser religiosos creen que nada les va a suceder y están confiados que no habrá hundimiento tal como afirmaron sus vecinos que salieron en busca de refugio. “Hay muchos temblores acá, solamente nos quedamos nueve familias y no hay donde comprar alimentos ya que no tenemos dinero para ir a Naranjos”, afirmó.
Nidiabeth Tapia Vidarte, representante del comité distrital de Defensa Civil de Pardo Miguel confirmó que cerca de 1600 familias están reubicadas en diferentes lugares, el municipio proporciona alimentos y un lugar donde pernoctar hasta que no exista peligro y puedan regresar a su localidad para seguir viviendo como lo vienen haciendo desde hace varios años, ya que todos son inmigrantes.
Hasta Aguas Claras llegó Carmen Beatriz Ríos Vásquez, directora de la Dirección Regional de Vivienda y Saneamiento, quien confirmó que hasta el momento no hay casas afectadas por los movimientos sísmicos, también destacó la labor preventiva de los moradores de la zona para ponerse a buen recaudo.
En los próximos días estarán llegando especialistas del Instituto Geofísico del Perú, con la finalidad de evaluar la falla geológica que ocasiona zozobra a la población del distrito de Pardo Miguel, con ese estudio se conocerá a cuantos metros de profundidad se genera el problema, que también afecta al distrito de Leymebamba de Amazonas. (Hugo Anteparra)
