Fue difícil llegar. Me mojé y disfruté cada detalle, esa sensación de dejarte alborotada, es única. No pude evitar reírme de lo que estaba sucediendo, no era algo normal sentir vibrar el cuerpo por solo un detalle. Hay segundos en la vida que pueden fulminarte de pasión.
Mojarme hizo que me vuelva a enamorar. El mundo se vuelve divertido cuando se aguarda por esa humedad que te enciende el cuerpo y aunque no a todos les gusta, siempre se termina mojada, a veces más de lo necesario.
Hay días que las temperaturas hacen que el cuerpo reaccione y las emociones se fusionan para ser una sola. Hoy con un libro en la mano, entendí que un vino, un café, un encuentro casual, un gusto convertido en deseo, desatar una pasión reprimida y el placer que conlleva leer, son aventuras maravillosas.
La mejor excusa y el mejor plan es sin duda tomar un libro y leer. Inició la Feria del libro en Tarapoto y la lluvia de letras que trajo dejo mojada a más de una. A mí me encantó y me dejé llevar.
Dice que leer es uno de los mayores placeres que pueda proporcionar la vida, devuelve el deseo, desata la pasión y alivia la soledad. Muchas veces he sentido esa sensación de querer huir solo para explayar mis deseos y empezar la lectura, esa experiencia es una de las mejores, tanto como el amor.
Leer es tan maravilloso como el placer que el cuerpo ofrece, es ese viaje por el mundo sin destino, donde no hay dinero, ni pasajes, te encuentras a la deriva, sin una reservación de hotel. Quien no lee, se vuelve un ser inocente, perdido, inerte y en ese estado puede quedarse perdido, dando solo pasos falsos en la vida. A mí no me gustan los pasos falsos, me gusta pisar bien y sentirme bien por hacerlo.
Ese aroma que desprende la tierra mojada es lo más excitante que pueda existir, cuando llueve la calle, y todo en general, huele mejor puesto que desprende fragancia que pocos entendemos.
Me gustas hablar sin poses, sin kamasutra, sin teoría, prefiero el amor con creatividad. Así es como describo el leer, como ese juego con laberintos que formábamos parte de niños y que nos conducía hacia un solo camino, la libertad.
Es ese erotismo, el acariciar y sentir el olor de la tinta fresca en sus páginas. Abrir un libro de par en par es como ir al encuentro de un mundo maravilloso.
Leer puede resultar excitante. Un estudio de la Universidad de Washington en Saint Louis, dirigido por la doctora Nicole K. Speer, reveló que el cerebro recrea las imágenes que aparecen en un texto.
Hay recuerdos que son esos máximos placeres, que solo la lectura te puede ofrecer. Cuando estamos conversando con un grupo de amigos y alguien menciona un libro que uno ya disfrutó. Entonces ocurre la magia. Aparecen las musas de aquellas historias que han desatado tormentas en libros que uno ha poseído. Lees y recuerdas, lees y recreas, sin que haga falta una razón lógica para saber y entender que leer, excita.
El amor, el deseo, la pasión y la lectura, son los placeres que pueden llegar a enloquecerte. Así que, hipócrita lector, hay que leer para vivir, como decía Flaubert.
Yo seguiré mojándome una y mil veces más, con lluvia o sin lluvia. Con amor y deseo.
Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París y no me corro, tal vez un jueves, como es hoy… (César Vallejo)