
Todo el tiempo pasado fue mejor, una frase que se refleja en la vida de Mercedes Vela, luchadora, quien se subió en un avión en el antiguo aeropuerto de Lamas, que vivió de cerca la revolución de Cervantes, la época del caucho…
Julio Quevedo Bardález
Tener 100 años de edad no es poca cosa, y estar lúcida recordando tiempos antiguos es un lujo.
Y esa gema preciosa vive en Lamas, se llama Mercedes Vela viuda de Díaz, quien en agosto pasado cumplió su centenario, donde vino toda la familia, de Pucallpa, de Lima y hasta de los Estados Unidos.
Fue una experiencia gratificante conversar con ella, saber un poco de la historia de Lamas y de su fundo ubicado 20 minutos de la ciudad de los tres pisos.
Mercedes Vela, nació el 4 de agosto de 1914, se casó con Edmundo Díaz Bardales, quien falleció en 1989, tuvieron 6 hijos, tres hombres y tres mujeres, y varios nietos y bisnietos, de quienes no tiene una cuenta exacta.
Todo el tiempo pasado…
Recuerda que por los años de 1940 y 1950, Lamas era el centro económico de la región, con los sembríos de café y tabaco; Lamas tenía un aeropuerto de donde salían todas las semillas de productos hacia la costa norte.
“Yo viajé varias veces en avión por ese aeropuerto, eran buenos tiempos para el comercio de Lamas.
Como agricultora vendía sus productos en Tarapoto y Yurimaguas, cuenta que pagaban a la gente para que les ayude a cargar sus productos que llevaban a Yurimaguas, por la antigua trocha que partía de Lamas.
Revolución de Cervantes
En la década de 1920, fue testigo presencial de la batalla que se libró en Lamas entre las fuerzas separatistas de Guillermo Cervantes y los nativos de Lamas, “yo estaba en mi fundo y escuchamos disparos y gritos de esa batalla, que lamentablemente no está registrada en la historia de San Martín y mucho menos del Perú.
Miss Meagan
Doña Mercedes cuenta que también que sostuvo amistad con Miss Meagan, una profesional de la Salud que se estableció en Lamas con otras dos misioneras siendo Annie Sopper la directora de la misión, lamentablemente se retiraron de Lamas en 1966 por cuestiones políticas y religiosas.
La señora Mercedes, cuenta que ella tuvo un único amor que fue su esposo, el la desposó y cuando quedó viuda no quiso saber nada con nadie.
“Ahora las chicas se alocan y quieren casarse sin conocer mucho a su pareja, por eso les digo antes de realizar el sagrado matrimonio piensen bien para que al final no cometan errores”.
Parodiando al genial Gabriel García Márquez, doña Mercedes Vela, cual Úrsula Iguarán cuenta ya con 100 años, pero no de soledad, sino de felicidad, con sus hijos y nietos que la miman a cada instante, y ella vive para contarlo, en este, los tiempos, no de cólera, sino de reflexión por sus sabias palabras.