Ya son 4 diligencias de desalojo que se frustran por falta de garantías; posesionaria precaria dice que terreno donde existe un inmueble antiguo le pertenece porque habita en él más de 20 años.
Por cuarta vez sentencia de desalojo de una vivienda ubicada en la quinta cuadra de la calle Mariscal Castilla de la ciudad de Yurimaguas, dispuesta por la Corte Suprema de Justicia, se vio frustrada al parecer por falta de garantías, puesto que a la diligencia programada para ayer a las 9.30 de la mañana, no se hicieron presentes los representantes del Juzgado a cargo del lanzamiento, ni la Policía Nacional.
En el inmueble en litigio se encuentra posesionada Cruz María Perea Mozombite, quien afirma que vive en él desde hace 23 años, gracias a la donación que le hizo el padre de su hijo, señor Esteban Quintana.
Sin embargo no cuenta con documento alguno que certifique esa donación o entrega de parte su propietario primigenio.
La otra parte, Clara Visalote Ubilluz, quien reclama la casa y el terreno, sostiene que el señor Esteban Quintana Flores, le vendió el terreno por 30 mil soles, pero que no lo ocupó porque la casa no brindaba las garantías según sus expectativas.
Posteriormente dijo que se acercó a su persona, la señora Cruz Pipa, solicitándole un plazo prudencial para que se retire del lugar, pero como no lo hizo en su debido momento, ella la entabló un juicio en el 2009, que llegó hasta la Corte Suprema, instancia que ordenó el desalojo.
En este dueto de mujeres en lío judicial, aparece el abogado Cristóbal Silva Rosas, defensor de Cruz Pipa, quien señala que detrás de Clara Vizalote, habrían terceras personas, entre ellas una empresaria con poder económico y político que estaría esperando el desalojo para construir en el terreno un edificio de 5 pisos; el letrado no dijo de qué persona o personas se trata.
Además señaló que existe una solicitud de prescripción adquisitiva de dominio presentada al Juez Queravalú, desde hace 3 años, a favor del hijo mayor de Cruz Pipa, que hasta la fecha no se resuelve, ni a favor ni en contra.
El abogado sostiene que está esperando la resolución de esa solicitud, que confía sea favorable para su patrocinada a fin de pedir la nulidad de la sentencia de desalojo, para que el terreno quede a favor del hijo mayor de la posesionaria.
Un día antes Cruz Pipa, se encadenó en las rejas de la sede del Poder Judicial en Yurimaguas, para llamar la atención.
Mientras que Clara Vizalote, mostró su extrañeza por la ausencia de los representantes del Juzgado para la diligencia del cuarto lanzamiento, y afirmó que ya no tiene más recursos para seguir pagando a la Policía para que le brinde garantías para el cumplimiento de la sentencia, y recuperación de su terreno.