21.5 C
Tarapoto
sábado, mayo 24, 2025
spot_img

¿Un mundo felíz?

02

Para beneficiarse de la revolución de automatización óptima, se requiere una renta básica universal, el recorte de horas de trabajo y una redefinición de nosotros mismos como seres humanos sin trabajo, pues éste es lo que fue definido como la esencia humana nada menos que por Karl Marx, en el siglo XIX.

A principios del siglo XIX, los socialistas utópicos trataron no sólo de imaginar una alternativa a las formas de trabajo basadas en la explotación laboral, por medio de un tipo de planes piloto, poniéndolo en práctica, en algunas excéntricas comunidades pequeñas y cerradas, siguiendo las ideas del filósofo Charles Fourier.

El marxismo por su parte, basó su propuesta en el rechazo de esta idea, presentándose como un socialismo anti-utópico, y se centró en la reducción del trabajo al mínimo y aumentar al máximo el tiempo libre, como reivindicaciones de la clase obrera-proletaria, frente a la clase burguesa-capitalista. Hoy en día todas aquellas utopías sobre las formas de trabajo futuro, son desafiadas por otras posibilidades que muestran que el problema es mucho más complejo que esa simple dicotomía.

Hoy muchos de nosotros trabajamos por medio de un dispositivo portátil individual, en el que se encuentran nuestros contactos, correos electrónicos, notas, etc. Es posible incluso mantenernos con varias comunicaciones en red a la vez, mientras estamos cenando o estamos en la cama, lo cual es otro tipo de estatus del tradicional trabajo de oficina.

No obstante, aunque todo ello pueda extrapolarse a un plano futurista, a partir de una sobresimplificación del uso de equipos portátiles, aún queda por ver si el modo de producción capitalista, basado en la explotación laboral por un lado y la acumulación dineraria por otro, permita este tipo de cambios y si los recursos naturales del planeta soportarían la fase extractiva para mantener esas tecnologías futuras, pues no es posible obviar todo el trabajo humano requerido para producirlos, ideológicamente enmascarado.

Lo cierto es que es imposible desligar la producción de tecnologías para el consumo masivo, de un aumento masivo de la fuerza de trabajo humana. Producir ultramicrochips nanominiaturizados, oficinas móviles, autos voladores con paneles solares, robots industriales e inteligentes, rascacielos inteligentes, etc., requiere un aumento masivo en la explotación de recursos naturales del planeta, que cada vez se hacen más escasos y su explotación minera requiere grandes cantidades de mano de obra humana.

Pero la rentabilidad, es inversamente proporcional a compromisos con salarios dignos de los trabajadores, y a la mitigación del impacto ambiental y del cambio climático. Y si cada vez, se requiere menos trabajo humano, y más trabajo automatizado, ¿quiénes consumirán lo producido y para qué se hará, si no tienen una fuente de ingresos mínima?

¿Resultará menos oneroso crear máquinas y robots, por otras máquinas, si eso fuera posible, que hagan el trabajo humano, que hoy hacen las máquinas humanas masivas, como las que tiene Apple en China y otros países, para producir sus iPhone a bajo costo? ¿Con un mínimo de trabajos humanos, cuántos iPhone se podrían vender, y a qué costos, para ser rentables?

Un mundo más automatizado, sí podría aumentar la productividad, pero a la vez, los bajos salarios decrecientes, la exclusión y la pobreza en el grueso de la población, serían la regla. La explotación laboral se reduciría a un mínimo sólo como producto de decisiones políticas, que permitan un cambio del sistema económico.

Según algunos miembros de la comunidad científica, las máquinas podrían llegar a tener el 50% de los puestos de trabajo en los próximos 30 años. Si bien no podemos predecir el futuro, si podríamos imaginar un mundo sin trabajo -a partir de la fragil y creciente brecha, la cual divide las dos formas de ganarse la vida, entre aquellos trabajo que tienen un alto perfil tecnológico y todos los demás.

Si eso sucede, vale la pena considerar en detalle cómo podría entonces, interactuarse con las tecnologías. La atención se centra en torno a la robotización, unas criaturas blancas antropomórficas, capaces incluso de bailar al ritmo de la música. Pero el verdadero potencial de la automatización puede estar en la inteligencia artificial, aprendizaje automático y sistemas de auto-sanación.

Artículos relacionados

Mantente conectado

34,638FansMe gusta
444SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

ÚLTIMOS ARTÍCULOS