“El hombre es, en un sentido relativo, el animal peor logrado, el más enfermizo, el más peligrosamente desviado de sus instintos aunque, ciertamente a pesar de todo esto, es el más interesante.” F Nietzsche.
Nuestro país no es el único que ha vivido un conflicto armado interno, incluso, en este momento nuestro vecino, Colombia todavía no sella la paz con el grupo armado denominado ‘Ejército de Liberación Nacional-ELN’, ya lo consiguió hace poco con la guerrilla de la FARC que operó en ese país por un prolongado medio siglo, hace años lo hico con el M19 y con las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia-AUC.
Del mismo modo, en todas las sociedades, han existido sectores intolerantes, -en Colombia el Uribismo, que es lo más cercano al fujimorismo en nuestro país- interesados en que no se conozca la verdad en su integridad y que sobre todo se mantenga latente el fantasma del terrorismo; necesitan como el vampiro de la sangre, revivir fantasmas de terrorismo, para echar miedo y sobrevivir.
Sin embargo, han sido muchas las sociedades que han logrado superar sus conflictos y han llevado a cabo procesos de transición exitosos y hasta, podríamos decir, ejemplares, como la mayoría de las dictaduras de América Latina, especialmente, Argentina y Chile, o países con conflictos internos muy fuertes como Sudáfrica o Alemania. Esas experiencias merecen ser estudiadas por quienes se oponen a la verdad y a la memoria, de esas experiencias se pueden adquirir las buenas experiencias de mantener la verdad histórica latente para asegurar la no repetición, que garantice, a su vez, larga vida a la reconciliación y la paz.
Los peruanos tenemos que darnos cuenta que hay una intención perversa de mostrar solo una parte de la historia, hay de los que quieren modificar a su antojo lo que ocurrió, el objetivo obtener impunidad, en eso coincide el fujimorismo y el senderismo, dos organizaciones declaradas enemigas de la Comisión de la Verdad y del Lugar de la Memoria-LUM, esa que sirve precisamente para que nuestra experiencia de miseria y violencia no vuelva a repetirse.
Y, en medio de esta discusión, de contrabando, nuestros legisladores aprobaron esterilizar químicamente a los condenados a cadena perpetua; se entiende que el objetivo es que no se violen entre ellos, porque si están condenados a encarcelamiento con perpetuidad, se hace imposible que sean potenciales y latentes problemas para la sociedad, más que entre ellos mismos; así que gastar ingentes sumas de dinero en estos presos, deviene en un despropósito, claramente populista.
Lo que se requiere en este tema es educación sexual y reproductiva en todos los segmentos y niveles educativos, así como echar andar los institutos de salud mental en todas las regiones y en el plano legal, modificar integralmente el Código Penal, en todo lo que se refiere a delitos sexuales, con seriedad, profundidad y objetividad.
Finalmente, los intentos de borrar de la memoria lo que sucedió en los sangrientos 20 años de conflicto armado interno y la propuesta de esterilización química a los condenados a perpetuidad, merecen un mayor debate, de tal manara, que por un lado, se defienda la verdad, caiga quien caiga y, por otro, se discuta la integralidad del problema de los delitos sexuales.