NI ESPOSO, NI PADRE, NI PRESIDENTE?

En los avatares de la vida, nada de lo que ocurre puede ser considerado bueno, regular, o malo.

El factor suerte es inexistente, pueden darse coincidencias, aunque el común denominador se inclina por el primero, aunque nada asegure su intervención.

Si nos referimos a lo ocurrido con Keiko Sofía Fujimori Higushin obviamente siendo una ciudadana peruana -nisei por ser descendiente de japoneses, opinamos lo siguiente.

Por su mayoría de edad; la señora aludida es responsable de sus actos y en el trascurso de las casi dos décadas de participe en actividades, de carácter político al lado de su padre, tuvo varias veces un sinnúmero de oportunidades para apartarse de la tortuosa senda que transitaba el fujimorismo. Ella conoció el monstruo por dentro, conoció correctamente la inflexible dureza de carácter de su padre; capaz de ordenar la muerte de sus adversarios.

Keiko Sofía no se inmutó ante la canallesca actitud de Alberto Fujimori respecto a su propia madre; Susana Higushi; ella denuncio ante los medios las torturas físicas que le aplico, encadenándola a un sector de la casa de Pizarro.

Keiko Sofía, nunca levantó su voz de protesta ni se interpuso como hija mayor para impedir los barbaros abusos que Alberto Fujimori cometía en perjuicio de su madre.

Si bien es cierto no son hechos políticos, no juzgamos al Sr. Fujimori, solo recordamos lo que la prensa captó y publico abundantemente. El enjuiciamiento por los execrables hechos cometidos, hasta hoy impunes, serán resueltos por un tribunal Supremo.

Volviendo al comentario inicial; Keiko Sofía debió considerar que algo así sucedería en su futuro si continuaba tras, las huellas de su padre. Con un título profesional logrado en los EEUU, tenía ante sí un porvenir exitoso.

Parece ser que su, padre le inserto en la mente, la idea de hacerla Presidenta; en algún momento ella entendió que la negra historia de crímenes, y robos del fujimorismo le pasarían factura. Así ha sido; Keiko intento separarse del pasado sin conseguirlo, se opuso a que su hermano Kenji logre la liberación de su padre, lo que no le convenía. Esta sería la causa de la desavenencia que hoy los separa.

Más, lo anterior, no libera en lo absoluto a Don Alberto, de la parte de culpa que le corresponde por este encarcelamiento de su hija mayor.

Insatisfecho a pesar de haber ejercido, en dos ocasiones la Presidencia de la Republica, de haber recibido máximos honores aquí y en el extranjero, de proporcionar a sus 4 hijos, las oportunidades de estudiar en EEUU.; y hacerse profesionales, con dinero del Estado peruano, y que nunca devolvió. De disponer a su libre albedrio del Tesoro Público sin rendir cuentas, de haber dispuesto del producto de la venta de empresas del Estado peruano ascendente a la suma de U.S. $ 9,200 millones de dólares que nunca ingresaron al Erario Nacional. De haber dispuesto de la vida de humildes e inocentes personas por simple presunción de culpabilidad.

Alberto Fujimori F; es el culpable directo de las desdichas de su ex -esposa y madre de sus hijos; Susana Higushi. Un segundo matrimonio suyo concluyó rápidamente en otro sonoro y lamentable fracaso.

Su hija Keiko jamás ejerció la profesión que estudio y vive de los aportes de los militantes de Fuerza Popular y los congresista que la hacen participe de un porcentaje de sus sueldos. El esposo; Mark Vito no cuenta con ocupación alguna. Alberto Fujimori nunca tuvo una buena relación con su suegro, el padre de Susana, que llegó al extremo de prohibirle ingresar a su residencia.

No fue un buen esposo, tampoco un buen padre para sus hijos que hoy están distanciados por su culpa. No fue un buen político, tampoco un buen presidente, a pesar de las dos oportunidades que le dio el destino. Júzguelo Ud. amig@ lector@.

 

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