Aunque usted no lo crea, no menos de 36 niños y casi jóvenes ya están creciendo sin saber leer ni escribir.
Pachiza. Ocurre en la comunidad de Picuro Yacu, jurisdicción del distrito de Pachiza al borde la quebrada Selahuanque, afluente del río Pachicilla por su margen izquierda. de Juanjui, provincia de Mariscal Cáceres, son seis horas de caminata para llegar al lugar pasando por el pueblo de San Juan del Caño.
Esta situación se da porque el gobierno regional a través de la Autoridad Regional Ambiental (ARA) ha dado opinión contraria para reconocer al poblado y así pueda tener una escuela y un maestro. De eso ya van dos años y hasta ahora la gestión sigue estancada. El caso ha sido tomado por el alcalde de Pachiza señor Rosenbert Hildebrandt Guerra y el gobernador del distrito Prof. River Mozombite Rojas quienes están presionando al gobierno regional para que den alguna alternativa a la negación a su reconocimiento con el alegato de que es zona no apta para el poblamiento. Sin embargo, otros pueblos ubicados en lugares similares, ya están reconocidos y cuentan con su escuela.
Ellos han planteado al ARA el compromiso de la población para reforestar y zonificar el territorio para una racional explotación de la agricultura. Ojalá sean oídos. De lo contrario, esos niños y casi jóvenes, que van desde los 13 a 15 años de edad, que muchos recién irán al primer grado de primaria, serán parte de la estadística de los olvidados del Perú oficial. Su delito, vivir en la montaña, para sobrevivir de alguna manera. Pero algo debía haberse hecho en la región, en el marco de la tan pregonada inclusión social para que esta potencial población escolar, no se queden sin el derecho fundamental de estudiar. (Carlo Augusto Pérez Pérez)