
La vicegobernadora regional Nohemí Aguilar Puerta, el pasado fin de semana visitó las instalaciones de la aldea infantil Virgen del Pilar en Tarapoto, donde constató que los trabajos de infraestructura priorizados en seis módulos de hogares (Cariño, Amor, Ternura, Afecto, Alegría y Bondad) se vienen ejecutando con normalidad, para el beneplácito de los 50 niños que hoy en día se encuentran bajo el cuidado de sus madres sustitutas, recibiendo el cariño y la educación correspondiente para convertirse en el futuro, en personas de bien para la sociedad.
“Queremos que los niños tengan un mejor lugar para vivir del que están ahora. Esta es una muestra de la manera como venimos trabajando en esta gestión liderada por el gobernador Pedro Bogarín Vargas, aunando esfuerzos para brindarle mejores condiciones a los sectores más vulnerables de la región”, manifestó Aguilar Puerta.
La Aldea Infantil Virgen del Pilar, que durante 22 años viene albergando a centenares de generaciones, hoy en día podrá estar acorde con la modernidad, contando con espacios más amplios y con el equipamiento y la tecnología adecuada para un mejor desempeño de sus madres sustitutas, personal administrativo y la niñez en general, expreso la vicegobernadora durante la supervisión de la obra correspondiente.
“Los trabajos, que se iniciaron el pasado fin de mes, con un presupuesto aproximado de 467 mil soles, asumidos en su totalidad por el gobierno regional de San Martín; consisten en el mejoramiento de los módulos de residencia y módulos de aulas, y tienen un avance físico del 4.3%”, subrayó Aguilar Puerta.
La Aldea Infantil de Tarapoto fue creada el 24 de octubre de 1987, siendo la presidente de la Fundación de los Niños del Perú Pilar Nores de García, quien a la vez fue la gestora para la creación de esta institución encargada de esta loable labor.
Su finalidad principal es la de brindar una atención integral a niños, niñas y adolescentes en estado de abandono material y moral; en la actualidad la Aldea Infantil cuenta con un total de 50 niños albergados cuyas edades oscilan entre 1 a 17 años, todos ellos ingresados por disposición judicial; allí en la aldea se encuentran bajo la responsabilidad de los tutores, madres sustitutas y personal que labora, quienes están encargados de su alimentación, vivienda salud, educación, recreación y su capacidad respectiva para afrontar la vida.