Hace más de un mes el alcalde provincial de San Martín, Walter Grundel Jímenez, era denunciado periodísticamente por un audio que hacía referencia a presuntos ilícitos. Hoy, el alcalde provincial de Tocache, David Bazán Arévalo, es detenido en un megaoperativo dirigido por el ministro del Interior, Carlos Basombrío, sindicando indicios de haber financiado al terrorismo y el narcotráfico, concluyendo así con una investigación que se inició con antelación a su gestión ministerial.
¿Qué tienen en común estos actores políticos? Ambos están cruzando el segundo periodo de gestión edil – el caso de Bazán es de alternancia y el caso de Grundel es de reelección – debemos sumar que, según la Hoja de Vida del portal INFOGOB, ambas autoridades no consignan estudios superiores, ni técnicos, universitarios o de posgrado. También, tanto Bazán como Grundel, son dos de los diez alcaldes provinciales en la región San Martín.
No pretendo hacer una relación entre las características comunes o diferentes – que las hay – con sus cuestionamientos sino más bien con el impacto político en los ciudadanos sanmartinenses.
El impacto, por supuesto, es negativo. El alcalde de la provincia fronteriza del sur y el alcalde de la comercial provincia del centro han propalado un desencanto con sabor a incertidumbre.
Independientemente de los fallos posteriores y las acciones que realizarán en su defensa, nosotros debemos reflexionar – aprovechando el feriado de las Fiestas Patrias – en el poder de nuestro voto, somos pues, al fin y al cabo, los responsables de las autoridades que tenemos. Un voto consciente, primeramente, se consolida en la información con referencia a la hoja de vida del candidato y demás integrantes de lista, planes de gobierno de forma comparada entre las organizaciones políticas que postulan a una circunscripción electoral. Además nuestra participación ciudadana política es importante y debe ser constante en la cosa pública, si nosotros pusimos a nuestros representantes, nosotros – dentro de los cánones institucionales – somos los que debemos exigir rendición de cuentas y transparencia en la gestión. Ex-ante y ex-post, nuestra labor debe ser permanente. Dejemos ya de pasar del asombro a una conciencia y responsabilidad colectiva.