En entrevista con Diario Voces, Julio Rojas López, representante de la sociedad civil de San Antonio de Cumbaza, denunció públicamente graves irregularidades en la gestión de las cataratas de Huacamaillo, ubicadas en el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera.
Según Rojas, la administración actual, en manos de una asociación local, ha incurrido en prácticas perjudiciales para la comunidad y el entorno natural. Entre las más preocupantes, destacó cobros arbitrarios a los propios pobladores, venta ilegal de terrenos —»hubo un caso donde vendieron un terreno y se repartieron el dinero entre ellos«, denunció— y una total falta de transparencia en el manejo económico.
Ante esta situación, la comunidad propone que la gestión pase a la Municipalidad Distrital y a las rondas campesinas, actores legítimos y comprometidos con la protección del territorio. “Solo así se garantizará una administración honesta y el cumplimiento de las ordenanzas”, sostuvo el dirigente.
Rojas también destacó el papel clave de las rondas campesinas, que han venido realizando patrullajes preventivos contra la tala ilegal y la minería informal en zonas vulnerables como El Pongo. Además, su presencia ha permitido que el turismo local crezca durante los fines de semana, gracias a un ambiente más seguro para las familias.
Asimismo, subrayó que las rondas velan por el cumplimiento de la Ordenanza Municipal N.º 004, que limita las construcciones a tres pisos para proteger el paisaje y evitar el impacto visual de obras desmedidas.
El líder comunal lamentó que se esté desaprovechando el potencial turístico de la zona. “No queremos cemento. Queremos conservar nuestra selva y que el turismo beneficie directamente a las familias”, afirmó. Indicó que atractivos como Aña Kiwi y Curiyaco también podrían generar ingresos si se mejoran los accesos, siempre respetando el medio ambiente con senderos peatonales o para bestias, y no con carreteras.
Ante esta problemática, la comunidad exige acciones concretas: una acta de transferencia inmediata de la administración a manos del municipio o las rondas, fiscalización efectiva por parte del ACR Cordillera Escalera, e inversión pública en infraestructura de bajo impacto como senderos ecológicos y servicios básicos sostenibles.
Una vecina de Tarapoto respaldó la iniciativa al señalar: “Desde que las rondas patrullan, el turismo ha crecido. Ahora las familias visitan sin miedo”.
Cabe recordar que el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera alberga una biodiversidad única y es clave en el abastecimiento de agua para la región San Martín. Su mala gestión podría afectar a especies endémicas y fuentes hídricas esenciales.