El exmandatario insiste en que su juicio es una persecución política y cuestiona a una magistrada del tribunal.
El expresidente Pedro Castillo anunció que iniciará una huelga de hambre el 10 de marzo en protesta por el proceso judicial en su contra. La decisión fue comunicada mediante una carta escrita a mano desde el penal de Barbadillo y publicada en su cuenta oficial de X.
Esta medida se da pocos días después del inicio del juicio oral, el 4 de marzo, por los presuntos delitos de rebelión y abuso de autoridad. Castillo ha calificado el proceso como una persecución política y ha cuestionado la imparcialidad de la magistrada Norma Carbajal, a quien acusa de haber adelantado opinión sobre su caso. Estas afirmaciones fueron incluidas en la carta donde oficializó su protesta.
En la misiva, Castillo afirma que se encuentra «recluido injustamente» por delitos que no cometió y acusa al Tribunal de forzar su acusación. El documento, firmado con la frase «presidente en cautiverio», también lleva el sello y firma de su abogado, Walter Ayala.
Desde el inicio del juicio, Castillo ha mostrado resistencia a su participación. El 4 de marzo, horas antes de la audiencia, publicó una extensa carta rechazando el proceso y afirmando que no asistiría, aunque finalmente sí lo hizo.
El 6 de marzo, en plena sesión, intentó abandonar la sala alegando que estaba presente en contra de su voluntad. «No deseo participar más de este juicio, con su permiso, ¿puedo retirarme?», preguntó al juez José Neyra Flores. Sin embargo, el magistrado le recordó que su asistencia era obligatoria y que, si se retiraba, sería conducido por la fuerza. Pese a su insistencia, el exmandatario finalmente permaneció en la audiencia.
Con esta huelga de hambre, Castillo suma una nueva estrategia en su defensa mientras el juicio sigue en curso.