Picota. Los cientos de damnificados por las inundaciones del río Mishquiyacu, Garrapata, y Humazapa, continúan tirados junto a sus pocas cosas en las calles de la localidad, muchos buscan refugiarse en la parte alta, porque tienen el temor que podría aumentar su caudal de esos ríos, por la constante caída de lluvias en estos días, muchos de las viviendas afectadas muy considerablemente se vienen desplomando, especialmente las paredes de tapial y adobes que son construidas en su gran mayoría.
Eder Sangama Pinchi, morador damnificado manifestó, “nosotros necesitamos especialmente agua, alimentos, carpas, para que podamos estar junto con nuestra familia, hasta que el piso o la pared de nuestras viviendas por lo menos tenga la resistencia y no caiga, aunque es un peligro ingresar, los que más sufren son nuestras niños, que no tienen ropa para cambiarse, perdieron sus uniformes, sus cuadernos, sus zapatos para el colegio, no sabemos si del lunes reinician las clases, todas las casas están lleno de barro”, expresó. (Heil Sangama)