Tarapoto. Un caso de presunto conflicto de intereses tiene como protagonista al exgerente general del Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo (PEHCBM), Marcos Díaz Espinoza, durante la ejecución de la carretera Cuñumbuque-Zapatero-San José de Sisa. Según información reciente obtenida por el programa periodístico Decisiones, el entonces gerente no solo firmó el contrato con el consorcio brasileño Odebrecht, sino fue quien elaboró el expediente técnico de la citada obra.
El informe de televisión mostrado el sábado 15 de octubre podría significar uno más de los tentáculos del escándalo Lava Jato en la región San Martín.
Se ha informado que el mencionado exfuncionario participó directamente en la elaboración del expediente técnico de la carretera Cuñumbuque-Sisa, como consta en la documentación del consorcio proyecto Puente Pongo Isla.
En la citada documentación se presenta a Marcos Díaz Espinoza como jefe de proyecto y haber sido quien elaboró el expediente técnico de la carretera mencionada cuando ejercía la gerencia general de la unidad ejecutora del Gobierno Regional de San Martín. Este hallazgo mostraría una irregularidad, según establece el Manual de Operaciones y Funciones del Proyecto Especial Hullaga Central y Bajo Mayo (PEHCBM).
El documento que certifica que Díaz Espinoza participó en la elaboración de los estudios definitivos de la carretera, lleva la firma del último gerente general del PEHCBM en la gestión de Nueva Amazonía, Javier Hidalgo Lecca, a solicitud del primero.
Incluso, en el mismo documento se menciona que ha participado en la elaboración de otros cinco proyectos. Sin embargo, quien firma como el responsable de elaborar el expediente es Reiser Inga Torres, hecho que complica a las personas mencionadas.
La suspicacia surge porque esta obra fue ejecutada por la corporación brasileña Odebrecht, entidad que actualmente sostiene un arbitraje con el Proyecto Huallaga y pretende cobrar 25 millones de soles. Según Ideele Reporteros, esta empresa tenía la cualidad de sobornar a funcionarios para atribuirse las obras.
Esta empresa durante la construcción recibió adicionales cercanos al 15 %, que es el límite máximo fijado por ley.
Además, el exfuncionario no podía elaborar el expediente técnico siendo el titular del mismo organismo y quien firmaría el contrato con el consorcio brasileño. Un claro ejemplo de conflicto de interés, menciona el reportaje de televisión, al ser juez y parte.
El programa periodístico se comunicó con Díaz Espinoza, pero éste no quiso declarar nada sobre el caso Odebrecht.