Mientras Rolando Reátegui es observado presuntamente ebrio en una sesión del Parlamento, los reflectores poco a poco se desvían de un tema fundamental en Tarapoto.
Lo sucedido en la Municipalidad Provincial de San Martín; la solicitud de suspensión del alcalde por incapacidad moral (al haber admitido vender a Tarapoto para mantener su estatus político ante un supuesto, increíble versión, imitador de Víctor Isla).
Los regidores ya ingresaron la solicitud hace 7 días si mal no recordamos, por lo tanto ya pronto el alcalde Grúndel debería convocar a la reunión del concejo municipal, a menos que considere que está en su palacio y nadie puede tocarlo.
Claro que el caso de Rolando Reátegui es también un escándalo, pero nada debe hacer que dejemos de lado lo sucedido en la Municipalidad Provincial de San Martín, pues nuestra comunidad, harta de escándalos, merece que estos obstengan respuestas inmediatas. Como si vender la ciudad fuera simple.