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sábado, enero 18, 2025
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La riqueza en el Estado

Hola mis queridos y amigos de miércoles otra vez estamos de vuelta al barrio de nuestras actividades de cada miércoles para promover siempre un mensaje que llama la atención a los que son más favorecidos.

Hoy nos toca hablar de ese “Estado” que protege y nos molesta siempre.

Es necesario indicar el trabajo de un creativo peruano es decir un gran “emprendedor creativo” inicia, crea, forma una empresa, generando la prestación un bien o servicio, contribuye a satisfacer la necesidad de un grupo de consumidores. Al respecto, la frase «el crecimiento es consecuencia de un buen desempeño como empresa» es muy acertada, y claro, el emprendedor tiene el sueño de que algún día dirigirá una gran empresa y generará un impacto importante en la sociedad. De pronto, instalada la empresa, se da cuenta que llevar adelante un emprendimiento no consiste solamente en desarrollar un producto o servicio –sobre lo que posiblemente tenga gran dominio –, sino que también significa ingresar a un mundo de impuestos y contribuciones que –por lo general– no entiende ni domina, pero sí nota que le genera un importante flujo de egresos.

Varias veces se ha manifestado que los empresarios se llevan la mayor parte de las ganancias generadas en sus negocios por todos los recursos humanos partícipes, dándole incluso tonos peyorativos. En tal sentido, es necesario conocer en realidad cuánto obtiene el empresario y cuánto de la actividad productiva se traslada al Tesoro Público. Si se reflexiona sobre esto, vemos cuán significativo es que desde hace más de dos décadas las empresas y trabajadores pagan sus facturas de luz, agua, teléfono y otros servicios públicos sin subsidios, y más importante aún, es que el crecimiento de un país está función de la capacidad de las empresas de invertir y reinvertir, que solo puede ser posible si mantienen un mayor porcentaje de los ingresos por los servicios y/o bienes que brindan.
Entonces los Economistas, financistas y especialistas tributarios calculan los impuestos y contribuciones que paga una empresa (punto de vista de las obligaciones de las empresas al fisco), pero pocos son conscientes de lo que significa en términos de competitividad que una actividad productiva tenga altas cargas tributarias frente a la competencia de otros países (con menores cargas tributarias).

Tampoco se reflexiona que a través del cobro de tributos y contribuciones, el Estado recauda un mayor porcentaje de los precios de venta de un producto en comparación con los accionistas o emprendedores que lo generaron, lo que ocurre sin exigirle al Estado se organice con mayor eficiencia, genere un menor gasto corriente y realice inversiones de mayor calidad; es decir, que pueda realizar más con menos. Así, el Estado –en una actitud pasiva, cuando no, poco eficiente– recibe más recursos del valor del producto que quién genera el mismo.

Dado lo anterior, si analizamos el fenómeno de la informalidad dentro de un enfoque de racionalidad económica, se aprecia el alto costo que implica formalizarse en el país y por qué algunas empresas sobreviven en la informalidad Se elige el camino de la incorporación compulsiva a la formalidad, cuando debería ser parte de un proceso de reducción de la carga tributaria.

Para explicar el impacto de los impuestos y contribuciones, se desarrollará un análisis del estado de resultados de una empresa con una buena rentabilidad, ya que sería un mal ejemplo aquella que no gana o pierde, pues en ese caso los empresarios recibirían poco o nada como utilidades.

Está claro las cosas que el estado debe ayudar a los pequeños empresarios no estrujarlo ni ahorcarles cada momento. Esperemos que siga de esa forma como dice el “negro mama” Algún día.

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