Desde el asesinato del líder indígena Quinto Inuma Alvarado, la deforestación se incrementó ante la indiferencia de las autoridades regionales y nacionales.
La comunidad nativa de Santa Rosillo de Yanayacu ha denunciado un alarmante incremento en la tala ilegal dentro de su territorio ancestral, situación que se produjo luego del asesinato de su líder, Quinto Inuma Alvarado. Durante un reciente patrullaje en el sector Pucaquebrada, los indígenas encontraron decenas de árboles maderables de gran valor, como caoba, ishpingo, tornillo y copaiba, talados con motosierras de manera ilegal.
Manuel Inuma, hermano de la víctima y nuevo líder de la comunidad, ha solicitado el urgente apoyo de las autoridades para frenar esta actividad criminal. «Estamos solos en esta lucha por proteger nuestro bosque», afirmó Inuma, quien aseguró que la comunidad está dispuesta a todo con tal de preservar su territorio y garantizar el futuro de las próximas generaciones.
La situación se agrava ante la inminente juramentación de un comité de ronda campesina en la zona, conformado según los nativos, por personas vinculadas a los deforestadores. Esta acción podría generar conflictos y tensiones entre ambas comunidades, poniendo en riesgo la vida de los defensores ambientales.
Desde la muerte de Quinto Inuma ocurrido el 29 de noviembre del 2023, la tala ilegal se ha expandido, sólo en el último patrullaje que hicieron encontraron más de 20 hectáreas de bosque primario deforestados recientemente, según reportes de la patrulla indígena. A pesar de las constantes denuncias, las autoridades competentes no han tomado medidas efectivas para detener esta actividad criminal.
La comunidad de Santa Rosillo de Yanayacu hace un llamado a la sociedad civil, a las organizaciones defensoras del medio ambiente y a los gobiernos locales y regionales a unirse a su lucha por proteger uno de los últimos reductos de bosque primario en la Amazonía peruana que está ubicado en la región San Martín. (Hugo Anteparra)