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jueves, mayo 15, 2025
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Rumbo al Cero Desechos: Cinco Claves para una Economía Circular con Juventud y Alianzas Estratégicas

Economía circular: cinco acciones para que empresas y escuelas trabajen hacia el “cero desechos”

En el Perú, el 87 % de las empresas reconoce los beneficios de la economía circular, pero solo el 25 % ha iniciado su implementación, según el Ministerio del Ambiente (Minam). Esta brecha entre el discurso y la acción revela una urgencia: redoblar esfuerzos desde todos los sectores, incluyendo a la educación, para construir un país más sostenible y resiliente frente a la crisis ambiental.

La Nueva Hoja de Ruta hacia una Economía Circular al 2030, presentada por el Minam, establece objetivos concretos para que las empresas transiten hacia modelos productivos eficientes y regenerativos. Este documento estratégico promueve 34 acciones en tres fases, orientadas a fomentar la eficiencia en el uso de recursos, la trazabilidad, la innovación y la articulación multisectorial.

Cinco acciones claves hacia el “cero desechos”

Para avanzar hacia una economía sin residuos, Patricia Larios Francia, del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), plantea cinco líneas de acción que pueden ser adoptadas tanto por empresas como por instituciones públicas:

Ecodiseño de productos: Diseñar bienes con mayor durabilidad, reparabilidad y capacidad de reciclaje desde su concepción.

Responsabilidad Extendida del Productor (REP): Asegurar que las empresas se responsabilicen por el destino final de sus productos, incluso en mercados internacionales.

Digitalización y trazabilidad: Incorporar tecnologías como blockchain e IoT para mejorar el uso de materiales y reducir pérdidas en las cadenas productivas.

Alianzas con recicladores y proveedores sostenibles: Integrar a actores de la economía local en la gestión de residuos y el abastecimiento responsable.

Capacitación y transformación organizacional: Fomentar una cultura de sostenibilidad desde dentro, con formación continua para todo el personal.

Juventud como motor de cambio

Una transformación de este calibre no será posible sin la participación activa de las nuevas generaciones. Incluir a los estudiantes de secundaria en procesos educativos sobre economía circular es vital para consolidar una cultura ambiental desde las aulas. La formación de ciudadanos conscientes y proactivos contribuirá al cambio de hábitos en hogares, comunidades y futuros espacios de trabajo.

Los colegios, especialmente aquellos con enfoque técnico o científico, pueden convertirse en laboratorios vivos de innovación circular. Iniciativas como los concursos de reciclaje, bioemprendimientos escolares o el diseño de productos reutilizables tienen un potencial formativo y transformador.

Perspectivas al 2030

Entre 2025 y 2030 se proyecta una implementación gradual de la Hoja de Ruta Nacional y sus versiones sectoriales. Esta transición incluirá incentivos financieros verdes, normas que promuevan la circularidad en compras públicas y un mayor protagonismo de las MIPYMES en cadenas de valor sostenibles.

“El enfoque multisectorial es clave. La sostenibilidad no se logra desde un solo actor, sino desde la colaboración entre empresas, Estado, academia y ciudadanía. Y en esa alianza, la juventud tiene un rol protagónico”, afirma Larios.

El camino hacia el “cero desechos” no solo ayudará a mitigar los impactos del cambio climático, sino que fortalecerá la competitividad y la innovación del país, abriendo oportunidades para una economía más justa, inclusiva y regenerativa.

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