Econ. Jorge Eduardo Lopez Valles
Revisando la página web de la Dirección Regional de Agricultura de San Martín (DRAG-SAM) nos damos con la sorpresa de la existencia de las Agencias de Desarrollo Económico Local (Ex Agencias Agrarias), las cuales fueron creadas en cumplimiento a los objetivos de la política sectorial y a las funciones previstas por la ley orgánica del MINAG Nº25902. Pero analizando cuidadosamente los objetivos que tienen estas ADEL, que están presentes en las 10 provincias de la región, nos damos con la sorpresa que están orientadas más que nada a brindar apoyo al sector agrícola y agroindustrial, lo cual redunda en beneficio del agricultor y de su familia.
Entonces viene la pregunta ¿y por qué se hacen denominar ADEL si sus funciones y objetivos van orientados solamente al sector agrícola y agroindustrial?
Porque, sabido es que, las ADEL tienen por objetivo principal fomentar el desarrollo territorial a partir de la activación y valorización de los recursos locales: humanos, naturales, técnicos, económicos y financieros (Alburquerque, 2011).
Podemos agregar que las ADEL representan un instrumento estratégico para disminuir la pobreza de una comunidad, lograr el desarrollo sostenible de los recursos locales y garantizar que las Pymes se inserten en un contexto económico más beneficioso. (Arguello, 2012).
Además, debemos tener en consideración que nuestro territorio, según la Capacidad de Uso Mayor de las tierras (CUM), el 75% corresponde a tierras de protección, el 14% a tierras aptas para producción forestal, y el 11 % a tierras aptas para cultivos permanentes y en limpio. Todo esto significa que no podemos pregonar que San Martín es una región agrícola, por lo contrario, es una región en donde debemos desarrollar una economía sostenible, o sea que las actividades productivas deben tener compatibilidad con la conservación de nuestros bosques, cuidándolos y protegiéndolos de la deforestación causada, en su gran mayoría, por los migrantes que llegan a nuestra región en búsqueda de tierras agrícolas.
¿Qué actividades debemos desarrollar? Debemos desarrollar el ecoturismo, turismo gastronómico, turismo de aventura, turismo rural, la silvicultura, promover la rotación de cultivos, la reforestación con árboles que nos brinden productos naturales y orgánicos altamente competitivos y también debemos brindar mayor apoyo a los pequeños agricultores dedicados al cultivo y producción de maíz, soya, yuca, plátano, naranjas, mangos, paltas, bananos orgánicos y productos nativos.
Debemos promover la rotación del cultivo del arroz con el sorgo forrajero para fomentar la ganadería con la producción de carne y leche, que son productos de primera necesidad y son básicos para nuestra alimentación.
También, debemos fomentar los cultivos de maíz y soya en forma asociativa o rotativa con el propósito de poder elaborar alimentos balanceados para poder desarrollar la producción avícola, piscícola, ganadera, porcina, etc.
Con todo esto, San Martín deberá convertirse en una potencia en la producción de alimentos básicos para la sostenibilidad de la población de nuestro país.
También, debemos resaltar que ya es el momento de industrializar la región San Martín, porque cuando nos sugieren la creación de clústeres, eso no es más que la creación de los famosos parques industriales, muy en boga en la década de los 80´s.
Debemos industrializar productos como el cacao, el café, el plátano, el maíz, la soya, la madera, entre otros. También, debemos considerar que se han formado las Agencias Regionales de Desarrollo Económico en el resto del país, y sobresalen las de Cuzco, Ayacucho y Andahuaylas, las cuales cuentan con el apoyo del gobierno alemán y la cooperación de la Unión Europea.
Y, por último, estas ADEL deberán depender directamente de la Gerencia de Desarrollo Económico del gobierno regional, y deben estar en continuo vínculo con la Gerencia de Planificación y Presupuesto, porque debemos pensar en planificar el desarrollo económico de la región San Martín.