SNi una sola crítica. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se criticó a la selección nacional por no lograr el título mundial? Claro, tanta fue la sequía de treinta y seis años de desierto, que con solo llegar al evento ya era más que suficiente líquido para aplacar la sed, aunque ésta llegada haya significado solo una gota de esperanza. La población sabe lo que tiene, un hermoso fútbol demoledor; por esa razón, décadas tras largas décadas, ansiaba alcanzar siquiera a la puerta de éste campeonato mundial, donde están los mejores, los grandes exponentes de este mágico deporte. Perder jugando bien, llena de satisfacción a todos los hinchas, porque solo un error en cada partido fue suficiente para obtener el resultado en contra. Significa, que también le hubiese ocurrido al equipo Francés, ahora campeón mundial; que sin el error, podríamos haber luchado los octavos y cuartos de final. En fin, el panorama pretérito está ahí, rodando en los interminables recuerdos de un buen fútbol, ávido de seguir enriqueciéndose en el tiempo hasta alcanzar madurez plena.
El fútbol mundial ahora está seccionado en tres áreas. Es posible que mañana cambien las geografías del buen nivel de éste deporte. La parte de la tierra que ha demostrado mejor manejo del fútbol en éste campeonato es Europa: Mejor posesión del balón, fuerza, habilidad, alta preparación física, fino respeto al rival, evitar estar cayéndose por gusto como un nene demente, evitar estar reclamando al árbitro, evitar discusiones ociosas con el rival, jugar al balón, alto nivel de disciplina, buen biotipo. Ése es el fútbol, ganar jugando bien, no endiosar a quien hace trampa como “la mano de dios”, ¿acaso Dios hace trampa? El equipo que no está preparado, maduro, en todos estos aspectos, simplemente no pasa, se queda ahí. Ahora, el equipo peruano le ganó dos a cero al equipo de Croacia. Ambos jugaron con todos sus jugadores, eso significa que el equipo va por buen camino. También jugó con Francia y perdió por solo un error, hace entender que hay bases para seguir adelante. Los finalistas fueron equipos europeos, por eso, ahora el mejor fútbol está en Europa. Los equipos americanos han llegado solo hasta la segunda fase, lo que significa que están en segundo lugar. Ahí van en carrera. Por su parte, los equipos africanos solo jugaron la primera fase, a pesar de contar con excelentes jugadores y muy buenos equipos.
La sorpresa y quizá alegría de muchos fue la pérdida de los equipos favoritos. Para comenzar, Italia y Holanda no alcanzaron ir al mundial. La sorpresa mayor fue la pérdida del campeón mundial Alemania ante México y Corea. Éste resultado ha hecho despertar a somnolientos y saltar de sus asientos a millones de espectadores que miraban el partido masticando sus canchitas, porque no era aún factible creer que una potencia de la talla alemana pudiera perder ante un equipo americano, pero ocurrió y provocó la rápida y masiva adquisición de televisores de mayor tamaño para observar mejor éstas situaciones extraordinarias. Luego las pérdidas de Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Portugal, España, han diseñado con brochas finas el panorama del lienzo donde se pintan las jugadas de un deporte extremadamente dinámico.
Pero, las sorpresas también se han dado con las personalidades de éste deporte. Los máximos exponentes simplemente han sacado pasaje pronto de retorno a casa. Alguien escenificó en un meme: ¿dónde miraremos la final, en tu casa o en la mía? Aquí no hay estrellas absolutas, hay constelaciones de estrellas, que para alumbrar uniforme el firmamento, cada cual debe aportar su luz, sin necesidad de invadir los haces luminosos del compañero. El egoísmo mata al equipo. La solidaridad del compañerismo agranda la posibilidad de triunfo. Un equipo americano, sintiéndose que ya ha ganado, en los momentos preparatorios, donde se necesita concentración personal y unión solidaria, porque quizá ostenta en su equipo muchos buenos jugadores, ha hecho caso omiso las disposiciones del entrenador, yéndose de asueto con la familia y amistades por doquier. Otro equipo que tiene trayectoria mundialista, por tener un jugador que se caía cada vez que un zancudo rozaba sus frías orejas, también perdió la oportunidad de ascender al otro nivel de la competencia. De manera, los tres futbolistas de más popularidad mundial han regresado a sus casas a preparar la cena de la abuelita; quizá como haciéndoles entender la necesidad de vivir pisando tierra y no pisando huevo, en el aire; socializando con la gente de a pie, sin mirarla por sobre los hombros; ofreciendo las entrevistas de buena manera, sin quitar el micrófono a la fuerza y tirar por los aires; compartiendo sus abultadas ganancias financiando proyectos productivos alimenticios en comunidades pobres del mundo. Ahora, solo quedan suspiros del mundial de fútbol Rusia 2018, donde se ha visto magna unidad del mundo en torno a este deporte, en un pueblo que ha realizado una buena organización, ha tratado bien a sus masivas visitas y ha mostrado ser grande y generoso.