Andy Rodríguez Rojas, vecino del bulevar de La Paz en Tarapoto, ha alzado su voz para denunciar el abandono de la escalinata que conecta con el distrito de La Banda de Shilcayo. Según Rodríguez, esa vía se ha convertido en un lugar peligroso para los transeúntes, especialmente para los estudiantes que a diario la utilizan para llegar a sus instituciones educativas.
Según el testimonio de Rodríguez Rojas, la falta de mantenimiento y vigilancia, viene favorecido la proliferación de zancudos y la presencia de personas de mal vivir, convirtiéndola en una zona de alto riesgo, donde incluso ya se reportaron asaltos en horas de la noche, ya que el lugar está en tinieblas por falta de alumbrado.
El vecino expresa su creciente preocupación por los riesgos de seguridad que enfrentan los estudiantes, quienes deben atravesar esta escalinata para dirigirse a sus colegios. «Los chicos corren el riesgo de ser asaltados por drogadictos que frecuentan la zona», comentó Rodríguez, quien también alertó sobre la precariedad de un poste de alumbrado público, el cual está a punto de colapsar y representa un peligro inminente para los transeúntes. «Este lugar se ha vuelto una zona de riesgo», agregó.
Además, Rodríguez Rojas lamentó que, a pesar de que los vecinos contribuyentes con sus impuestos para el mantenimiento de parques y jardines, no se han visto mejoras en la escalinata ni en la presencia de personal municipal para garantizar la seguridad en la zona. «Nosotros también pagamos impuestos, pero no vemos resultados. Esta escalinata es un claro ejemplo de la falta de atención por parte de las autoridades», expresó con frustración.
El vecino también indicó que, aunque la Policía Nacional y los Serenos realizan patrullajes en la parte alta de la escalinata, la parte baja, que es la más vulnerable, queda desprotegida. “Este fin de semana, en horas de la madrugada, escuchamos a una joven pidiendo auxilio”, señaló Rodríguez, subrayando la necesidad urgente de una acción más efectiva por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y tranquilidad de los vecinos y transeúntes. Por: Hugo Anteparra