En mayo, los partidos y movimientos políticos deben culminar sus procesos internos para dar a conocer quiénes serán los candidatos a las alcadías provinciales y distritales, así como a la gobernación regional.
Rostros vemos, corazones no sabemos y es que este proceso no es el primero y ojalá sea el último, donde vemos cómo los precandidatos se van acomodando al mejor postor.
No hay convicción política que valga, el acomodo es por quién da más y dónde ven mayores posibilidades de lograr algo, pues el abanico es muy amplio, pero con organizaciones políticas que están con algunos pasos adelante, pues ya son conocidos y tienen toda una historia en nuestro acontecer político nacional.
Pero…. y ¿dónde queda la convicción?, ahora ya no importan izquierdas, derechas, centros, arriba, abajo, hoy importa llegar, por cualquier forma, pero llegar y es que el discurso de que son quienes realmente quieren cambiar las cosas en sus localidades, con estas actitudes camaleónicas pierde fuerza, pierde confianza y desdice mucho del o la candidata, pues si puedes estar como saltimbanqui en el proceso electoral, es algo que se debe analizar, pues creo que no tienen una posición firme de lo que quieren.
Y así, el proceso continúa, este año electoral nos sigue dando sorpresas y la mejor forma de decir adiós, nisiquiera ya es de una manera formal y educada, ahora es a través del WhatsApp, una cartita o un mensajito, pues al parecer no hay el carácter para dar la cara, pues considero que es un acto desleal, empezar en un proyecto y terminar abranzando otro.
Los procesos electorales son los mejores escenarios para ir sabiendo cómo son y cómo serán de llegar a gobernarnos. Mucho ojo.