I
El ciudadano peruano se pregunta:
de qué sirve la democracia, cuando
es utilizada solamente
por el político
oportunista e incompetente,
luego se responde:
no me sirve de nada
si su existencia utilitaria
es solo para ellos
cosechando votos
a manos llenos.
II
El ciudadano peruano se pregunta:
de qué sirven los congresistas
cuando entre ellos se tapan
sus faltas y delitos
quedándoles
no solo grande,
no solo humillante
lejos de lo excelente,
luego se responde:
hasta que siga habiendo una ley
que pide solamente como
etiqueta una simple ciudadanía,
muchos iletrados seguirán
siendo elegidos
sin estudios de primaria
ni mucho menos
una carrera completa.
III
Una ley ejemplar
debe decir lo siguiente:
tener todos los estudios
desde la primaria
hasta la superior
fehacientemente verificadas,
registradas y comprobadas;
ser impecables
en el perfil
del estado civil;
que cada candidato
en sus campañas grite
a los cuatro vientos
el siguiente proyecto de ley:
nunca más a reelección,
el sillón congresal
debe ser rotado
por otros ciudadanos
no solo por el aventurero
y oportunista como hoy;
el sueldo debe ser equitativo
al sueldo de los demás
profesionales del sector público,
nadie debe ganar más
de cinco mil soles,
maestros y demás trabajadores
deben llegar a este tope;
el sueldo vitalicio de jubilación
debe ser extirpado de raíz
de todo congresista
habido y por haber;
el doble sueldo de los meses
de marzo, julio y diciembre
que privilegiadamente todo
congresista recibe,
debe pasar a la historia
elitista de una sociedad humillada;
ese cliché de
“padres de la patria”
debe mandarse al tacho de basura.
IV
Con esto no se repetirán
los actuales congresistas
de hoy y de ayer;
con esto no habrá más
campañas millonarias;
con esto el Congreso llegaría
a ser tal vez lo que nunca fue:
que prepare leyes a medida
del pueblo, no a la medida
de ellos y de los millonarios;
que haya verdadera legislación:
ninguna gracia de carcelería
y verdadero castigo
a los que cometen delitos,
si el delito lo comete el legislador
con más razón aún.
V
La solución no está en una
o más cámaras, la solución
está en la eficiente funcionalidad
del inquilino congresal.
VI
Una nación como la peruana
con tantas leyes de exhibición
no sirven de nada
sino son aplicadas.
VII
Basta una sola ley
pero bien aplicada,
el delincuente común y corriente,
el delincuente de cuello y corbata
pensará mil veces
antes de cometer su delito.
VIII
Para esto, la Constitución
y el Nuevo Código Procesal penal,
deben ser totalmente reformadas
con las firmas registradas
de todos los ciudadanos.