Daniel Alfaro, ministro de Educación
Daniel Alfaro, ministro de Educación

Daniel Alfaro, ministro de Educación, consideró que “sería desproporcionado” que en este momento se plantee en el Congreso una interpelación en su contra por los cuestionamientos a una serie de textos escolares por contenidos relacionados a la lucha contra el terrorismo y sexualidad.

Lo dijo al ser consultado por las afirmaciones del legislador de Fuerza Popular, Segundo Tapia, quien planteó a título personal en la Comisión de Educación que corresponde la interpelación al ministro pues “el caos” en el sector es grande. Ayer Tapia precisó que planteará este mecanismo de control político en la próxima reunión de su bancada.

La vocera alterna de la mencionada bancada, Milagros Salazar, señaló que efectivamente todavía no se discute en su agrupación la posibilidad de interpelar al titular de Educación.

Sí consideró que la posición del congresista Tapia “es válida” pues se basa en la preocupación que hay sobre la calidad de los textos escolares, “donde vemos un sesgo y un direccionamiento político”.

No obstante, Milagros Salazar aseveró que Alfaro “se tiene que ir si no hace las correcciones correspondientes y sin sesgo político”. En esa línea, dijo esperar a que estos cambios no se hagan para satisfacer “a izquierdistas, rojos, verdes o naranjas”.

Salazar también consideró que el ministro debe señalar a los funcionarios responsables de los textos cuestionados, así como el desembolso económico que significaron.

Una postura distinta tiene su colega de bancada Héctor Becerril, quien discrepó con su colega Tapia. “No comparto esa posición”, indicó.

En palabras de Becerril, hay que entender “que los textos en cuestión se gestaron en el periodo de Jaime Saavedra y se imprimieron y repartieron en la gestión de Marilú Martens”.

“Querer achacar a este ministro Alfaro la responsabilidad de ministros anteriores no me parece correcto”, mencionó.

Tanto Salazar como Becerril comentaron que en el proceso de corrección de textos el Ministerio de Educación debe recoger el aporte de la Comisión de Educación, de los padres de familia y la sociedad.

“No estoy diciendo que tiene que pasar por la aprobación de la comisión sino que tiene que recibir los aportes”, subrayó Becerril.