POR: SERGIO M.GALLEGOS MENDOZA
Transitar por las calles de Tarapoto se ha convertido en una actividad estresante y hasta peligrosa. A diario cientos de personas tenemos que vivir ese caos ya normalizado. Habiéndose iniciado el año escolar este problema se intensificará sin visos de solución a la vista.
La falta de respeto y desconocimiento de las leyes, aunado a la carencia de valores para con la sociedad en su conjunto, hace de este problema el buscar soluciones drásticas. Más que el desconocimiento de las leyes, es la falta de respeto.
El uso del claxon es un ejemplo claro de esta falta de respeto. En las calles de Tarapoto y a nivel nacional en general, se hace uso y abuso de este elemento que solo debería ser (como está estipulado en la ley) usado en caso de una situación de peligro.
La situación actual es todo lo contrario, se usa apenas el semáforo cambia a verde para apurar al vehículo que va adelante. Y no es un toque sutil. Es un toque frenético y hasta criminal, que se ve multiplicado por el resto de vehículos como si el que se demorara un segundo en avanzar estuviera haciendo algo malo en contra de ellos.
Lo curioso del asunto es que cuando le indicas a este conductor “apurado” que está cometiendo una infracción o tan solo que debería cambiar esta actitud, lo más probable es que te suelte un insulto.
Existen diversas opciones para cambiar todo este asunto. No tan drásticos como el que hizo recientemente la municipalidad de Jesús María, en Lima, de prohibir la total circulación de mototaxis en sus distritos. Una de ellas podría ser interiorizar el uso correcto del claxon al momento de la obtención de licencias y brevetes. La formación cívica de los conductores generará un efecto positivo en nuestra sociedad, que es otra manera de luchar contra la inseguridad ciudadana.